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Economía

García Candelas 'toma' la sede de Banesto mientras Botín decide si la vende

Dos operarios retiran el logotipo de Banesto de la entrada del edificio central de Mesena.

Emilio Botín ya ha decidido la nueva finalidad de Mesena. La antigua sede de los servicios centrales de Banesto albergará a toda la división de banca comercial en España del Santander, incluido el ‘back office’ de su banca privada, que dependen directamente de Enrique García Candelas, según ha podido saber Vozpópuli.

El traslado se efectuará en las próximas semanas, una vez que concluyan los trabajos de acondicionamiento que se están acometiendo, en la actualidad, en los edificios de la Avenida de San Luis de Madrid. La mudanza responde a la reordenación de espacios que se está produciendo en la ciudad financiera de Boadilla, según confirman fuentes de la propia entidad, saturada tras la llegada de buena parte de la plantilla de Banesto.

En total, se reubicarán en Mesena algo más de 1.000 trabajadores que conforman la división de García Candelas. La antigua sede de Banesto es de los pocos inmuebles, junto a una parte de las sucursales de la antigua filial, que continúan siendo propiedad del grupo. Fuentes de la entidad dejan abiertas todas las opciones sobre el futuro de Mesena. Incluso su venta a medio plazo, cuando se recupere el mercado inmobiliario, en un operación de ‘leaseback’, como realizó el Santander con la ciudad financiera de Boadilla, vendida en 2008 a la firma británica Propinves por 1.900 millones, y posteriormente alquilada por un plazo de 40 años con opción a compra. La venta generó unas plusvalías de 605 millones netos.

Mesena es de los pocos inmuebles propiedad del grupo Santander. En caso de venta, podría realizarse una operación de leaseback como sucedió tras la desinversión de la ciudad financiera

Esta operación culminó el plan de venta de inmuebles del grupo Santander, la mayor operación inmobiliaria empresarial realizada nunca en España, por la que la entidad presidida por Botín ingresó 4.400 millones y generó un total de 1.681 millones en plusvalías. El banco decidió prescindir de la propiedad de todos sus inmuebles con la única excepción de su sede social en el paseo de Pereda de Santander, la única concesión al romanticismo. En este proceso Amancio Ortega, fundador de Zara, a través del Grupo Pontegadea, adquirió diez edificios emblemáticos, por un importe de 458 millones, lo que supuso otros 216 millones de plusvalías.

Antes de tomar la decisión sobre el traslado a Mesena de la división de García Candelas, el Santander barajó otras alternativas para aprovechar los inmuebles de la antigua filial y reducir costes, ya que el banco ‘rojo’ cuenta con parte de su plantilla diseminada en varios edificios en alquiler fuera de Boadilla. Además de un inmueble en el Parque Empresarial Tripark de Las Rozas, tiene alquilado cuatro edificios en la lujosa zona de oficinas de “La Finca” en Pozuelo de Alarcón, ambos cerca de Boadilla del Monte, pero también en otras ubicaciones más lejanas, como en San Sebastián de los Reyes.

La llegada de la banca comercial a Mesena implicará la reubicación del ‘front office’ de la fusionada banca privada del Santander, que se concentrará en el palacete que el banco presidido por Emilio Botín cuenta en el Paseo de la Castellana, 24, sede de la territorial de Madrid, donde García Candelas también cuenta con despacho. Desde esta nueva sede, la entidad potenciará su división de banca privada, una de sus apuestas en la fusión entre Santander, Banesto y Banif.

El Santander ha definido, por fin, su umbral de banca privada: 500.000 euros. Los clientes con un patrimonio inferior pasarán a ser gestionados desde la red minorista

Precisamente, la dirección del Santander terminó de definir, hace pocas semanas, los perfiles de clientes de banca minorista y privada. Así, después de meses de estudio, como reconoció Alfredo Sáenz en la presentación de resultados del primer trimestre, el banco ha puesto la frontera en los 500.000 euros, desechando el umbral del millón de euros al que se refirió también el ex CEO del grupo. Así, los clientes con un patrimonio superior a 500.000 euros comenzarán a ser asesorados por el nuevo equipo de gestores de banca privada.

Desaparece así el segmento de clientes Premium, paso intermedio entre minorista y banca privada. En el caso de Banesto, en esta clasificación se incluían a los clientes con un patrimonio superior a los 100.000 euros. En el caso de Banif, era necesario un capital financiero mínimo de 300.000 euros, con el que se accedía al nivel de "PrePrivate Banking". Esta definición de nuevos umbrales implicará la reclasificación de parte de la cartera de clientes de buena parte de los directores de banca privada.

Precisamente, la división de grandes patrimonios del Santander en España terminó de conformar, la pasada semana, su estructura, según ha podido saber este medio. De Javier Ferreira, responsable de la Dirección Comercial de banca privada, uno de los tres máximos responsables del nuevo organigrama, dependerán cuatro nuevas unidades: ‘private wealth’, dirigido por Javier Mazarredo; ‘planificación patrimonial’, que se encargará del asesoramiento fiscal a los grandes clientes, a cargo de Cristina Mora Gil; ‘desarrollo comercial agentes’, bajo la responsabilidad de Jorge Salvador, mientras que Arantxa López Chicote se encargará del área de ‘desarrollo comercial empresas’.

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