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Economía

UEFA y FIFA buscan frenar un agujero de más de 5.000 millones en los clubes

Las postergaciones de la Eurocopa y el primer Gran Mundial de Clubes obedecen a la fuerza mayor de las potenciales pérdidas del meollo del negocio, los clubes nacionales, ante la crisis del coronavirus

Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA

La previsible decisión final de la UEFA de aplazar su Eurocopa a verano de 2021, facilitada tras abrirse la FIFA a buscar nueva fecha para su primer Gran Mundial de Clubes (estaba previsto para verano de 2021 y en invierno de 2022 es el Mundial de países), encarna una serie de sacrificios económicos que buscan frenar un problema económico mayor para la industria del fútbol en el contexto dado por la crisis del coronavirus.

Según distintas estimaciones del sector, los clubes de las cinco principales ligas de fútbol europeo (Premier, Bundesliga, Española, Italiana y Francesa) se exponen a pérdidas de alrededor de 5.000 millones o incluso más por todos los conceptos (televisión, patrocinio, taquilla, abonos, etc.) en caso de que sus actuales competiciones nacionales no pudieran completarse.

La Liga ya ha cifrado en al menos 678 millones de euros el impacto en concepto de televisión y taquilla, aunque otras estimaciones elevan el posible impacto para el fútbol profesional español a los 1.000 millones o más, toda vez que se estima que está en juego, al menos, una cuarta parte del negocio anual (quedan por disputarse once de 38 fechas, con el matiz de que las que quedan son las "decisivas" para el desenlace de las competiciones). 

El fútbol español profesional ingresó hasta 4.500 millones de euros en la temporada 2018/2019, según revela ahora un informe difundido por la consultora DBK este mismo martes.

Sacrificar ingresos para evitar pérdidas mayores

Paralelamente, se estima que la última Eurocopa tuvo un impacto económico de alrededor de 3.000 millones de euros, mientras que, de cara al Mundial de Clubes de 2021, la FIFA buscaba ahora financiación por al menos unos 1.000 millones. 

Este último, en cualquier caso, estaba sujeto a potenciarse por la participación de clubes poderosos y conocidos internacionalmente que ven ahora sus cuentas imprevistamente comprometidas, como sucede incluso con el club más rico del mundo, el Fútbol Club Barcelona, con una deuda a corto plazo de 506 millones de euros. La suspensión de la actual Champions, en suma, deja en el aire otros 2.000 millones para los clubes que participan en ella. 

Lo anterior, delinean fuentes de la industria, explica que la primera y dilatada gran decisión de la industria del fútbol haya ido dirigida a priorizar el actual calendario de los clubes -nacional e internacional- sobre las competiciones de UEFA y FIFA, que además estrenaban nuevos formatos.

Consecuencias insalvables

Sin embargo, los presupuestos económicos de los propios clubes funcionan de junio a junio con cuentas de resultados por lo general apretadas, lo que augura que el impacto será inevitable, bien en lo formal (con cambios en el formato de las competiciones en marcha actualmente o incluso las futuras) o en lo económico.

Incluso en el más optimista escenario de que no perdieran dinero por cambios en las actuales competiciones, los clubes deberán compensar económicamente también a la UEFA por la suspensión de la Euro, si bien este monto sería en principio menor, de unos 300 millones.

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