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Economía

El Tesoro aspira a reducir la emisión de 100.000 millones de deuda prevista para 2021

Esta previsión incluye los 27.400 millones que España tendrá que adelantar de los fondos europeos si consigue ejecutarlos al 100% en 2021, algo poco probable por una cuestión de tiempo

El Tesoro aspira a reducir la emisión de 100.000 millones de deuda prevista para 2021
Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno E. Parra - Europa Press

El Tesoro ha fijado la emisión de deuda pública para este año en 100.000 millones de euros netos, pero de puertas adentro en el Ministerio de Economía admiten que su aspiración es reducir ese volumen y terminar el año con una emisión inferior.

Al igual que sucedió el año pasado, el Tesoro ha preferido en 2021 ser conservador en sus previsiones, dar una cifra mucho más alta de la realmente prevista y después poder reducirla a lo largo del año, un movimiento mejor aceptado que el contrario (ser poco prudente y dar una cifra inferior a priori y luego tener que aumentarla).

De la emisión total prevista, que en términos brutos rozaría los 300.000 millones de euros, hasta la fecha se ha impreso deuda por valor de 64.000 millones, un 22%, tras el acelerón de emisiones que se ha producido al inicio del año.

En 2020 ya ocurrió algo similar. La irrupción de la pandemia de la covid-19 y las necesidades de financiación que tenía el país, llevaron al Tesoro a incrementar su programa de emisiones hasta una expectativa de 130.000 millones de euros.

Sin embargo, el clima de buenas condiciones de financiación que se consolidó después del verano permitió a la institución reducir rápidamente su programa de emisión en la recta final del año hasta los 110.000 millones de euros, con subastas de deuda muy pequeñas en el cuarto trimestre.

Evitar endeudarnos más de lo estrictamente necesario

Con esas emisiones, la deuda pública española creció en 2020 un 10,3% hasta los 1,311 billones de euros, lo que supone un incremento de 122.439 millones en el conjunto del ejercicio.

Si se tiene en cuenta que según el avance de Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Producto Interior Bruto (PIB) de España cerró 2020 con una caída del 11% hasta situarse en 1.119.976 millones de euros, esto supone que el volumen de deuda pública a término del ejercicio equivale a un 117% del PIB.

La actualización continua de la estrategia se debe a que en el Ministerio que dirige Nadia Calviño son muy conscientes de lo que supone incrementar la ratio de deuda sobre PIB hasta niveles muy elevados y el esfuerzo que tendrán que hacer las generaciones venideras para volverlo a enderezar.

"No queremos terminar más endeudados de lo absolutamente necesario, porque somos muy conscientes de que se trata de una situación extraordinaria y en algún momento tendremos que reducirlo gradualmente", señalaba hace unos días Pablo de Ramón-Laca, director general de Tesoro, en una entrevista con el medio Global Capital.

Los 27.000 millones de los fondos europeos, en el aire

De hecho, en ese pronóstico de emisiones están incluidos los 27.400 millones de euros que el Gobierno necesitará para adelantar los fondos europeos que prevé ejecutar en 2021, pero si finalmente no consigue ejecutarlos en su totalidad -algo probable por una cuestión de tiempos-, no será necesaria una emisión por esa cantidad.

También se parte de la base de que ninguna comunidad autónoma va a reembolsar deuda de forma anticipada, algo que ya está sucediendo por las condiciones de financiación son muy positivas.

A esto se suma que el coste de la deuda sigue cayendo, lo que fomenta la estrategia de emitir deuda -barata- para aumentar el crecimiento y así conseguir que se reduzca la ratio de deuda/PIB por el efecto denominador.

Ultimando el primer 'bono verde'

Además de intentar reducir el ritmo de emisión a medida que avanza el año, el Tesoro trabaja en la emisión de su primer bono verde, comprometido con el medio ambiente.

El Gobierno ha creado una comisión interministerial que se comprometa a elaborar informes sobre cómo y dónde se podrían invertir los ingresos obtenidos de los bonos verdes a largo plazo.

Una vez seleccionados esos gastos que se podrían financiar con esa deuda, se definirá cómo se medirá su impacto en medio ambiente, y se prepararán los materiales para hacer un road show durante el verano -una gira para presentar el producto a los potenciales inversores-. Ya en otoño se elegirá una fecha para el debut de la emisión.

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