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Economía

El socio irlandés de Amper prepara la batalla marina contra Iberdrola, Cobra y Naturgy

IberBlue Wind, la joint venture que lidera Simply Blue Group junto con Proes Consultores y FF New Energy Ventures, prepara sus proyectos de eólica ‘offshore’ con el foco puesto en Galicia y Andalucía

Planta marina de Simply Blue
Planta marina de Simply Blue

Los gigantes energéticos afilan sus cuchillos para cuando la eólica marina en España sea una realidad. Y todos esperan que sea 2023 ese año. Iberdrola, el Grupo Cobra o Naturgy ya han anunciado sus proyectos. Ferrovial movía ficha esta semana en este sentido, al igual que Bluefloat o Sener. Un operador irlandés con experiencia en este complejo proceso quiere competir contra estos gigantes, principalmente, en aquellas subastas que surjan tanto en Galicia como Andalucía. 

“La competencia siempre es buena y es lo que hace ‘todos afilemos el lápiz’ para ofrecer precios más competitivos”, comenta con Vozpópuli el vicepresidente de IberBlue Wind, Adrián de Andrés. IberBlue es la sociedad conjunta que forman la compañía irlandesa Simply Blue, con Proes Consultores (filial de Amper) y el constructor de plantas renovables español FF New Energy Ventures, para desarrollar en España y Portugal.

La compañía presentará entre finales de año y principios del siguiente los proyectos de eólica marina que quiere desarrollar en España. “Pensamos en Galicia y Andalucía porque son regiones con muy buen recurso eólico y donde consideramos que nuestros proyectos pueden tener mayor valor para la sociedad local”, explica De Andrés. 

El directivo llega a este reto de la mano de la irlandesa Simply Blue, energética controlada por el fondo británico Octopus Renewables. Su bagaje en esta actividad es una cartera de proyectos en desarrollo cercano a los 10 gigas (GW). Su planta estrella se estrenará en 2026 en el mar de Galés de la mano de TotalEnergies y promete convertirse “en la mayor planta de eólica flotante del mundo”.

“Sabemos que en España hay empresas de gran calibre para este desarrollo de eólica marina”, comenta el vicepresidente de IberBlue. “En Simply Blue tenemos una ventaja competitiva y es que nos hemos especializado en eólica flotante, algo que es importante porque en España la eólica marina fija es prácticamente imposible y sólo se desarrollará flotante. Otra ventaja de nuestra sociedad es que tenemos una estructura pequeña que nos da mucha más flexibilidad de interactuar con los grupos de interés de cada proyecto”, comenta. 

IberBlue Wind acudirá a las subastas públicas de espacio marítimo destinado a este fin y diseñará los proyectos que determinen la posterior construcción y puesta en servicio de los aerogeneradores. En este sentido, estudiará oportunidades de negocio en torno a 2 gigas (GW) en la Península Ibérica, con un modelo operativo de parques eólicos de más de 500 MW. 

Más ambición del Gobierno

Para el vicepresidente de IberBlue es necesario que el Gobierno español sea “más ambicioso” en la licitación de parques eólicos marinos. Sus estimaciones se sitúan en que la capacidad de generación a partir de estas instalaciones en España superará los 10 GW en un futuro. Esta cifra de generación de energía es muy superior a lo inicialmente contemplado en la “Hoja de Ruta para el Desarrollo de la eólica marina y las energías del mar”, que se ha fijado un objetivo de entre uno y tres gigas hasta 2030.

“La regulación va lenta”, comenta con este medio. “Los desarrolladores estamos preparados para iniciar los proyectos. Las esperanzas están puestas en la subasta de 2023, pero se necesita antes una regulación y unos objetivos claros para poder ponernos en marcha”, comenta Adrián de Andrés.

En el actual borrador del Plan de Ordenación del Espacio Marítimo se asigna una superficie para la eólica marina que ocupa solo un 0,8% del espacio marítimo disponible en sus 8.000 km de costa. Una densidad que ha calificado como “conservadora” si se tiene en cuenta que países líderes como Escocia ya destinan en torno a un 2,5%.  

Y luego están los tiempos. “En un proyecto de eólica marina se está tardando de media alrededor de 10 años, desde el inicio hasta la operación. Esos tiempos se pueden acortar hasta cinco años si, sobre todo, la fase de los permisos se acortará”, explica el directivo de la empresa irlandesa. “Tenemos plena confianza en que tendremos gran éxito en España y Portugal, pero los gobiernos nos tienen que ayudar a dinamizar nuestra inversión”, concluye su entrevista.

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