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Economía

El regadío español se defiende: "No somos los culpables, somos los sufridores de la sequía"

El sector pide que se le reconozca como uno de los grandes afectados de esta situación y trabajar con las administraciones para encontrar medidas tanto coyunturales como estructurales

El regadío español se defiende: "No somos los culpables, somos los sufridores de la sequía"
Imágenes de la sequía en el pantano de Sau Europa Press

La sequía es un hecho y ya ha empezado la búsqueda de culpables. El ruido político entre el Gobierno central y la Junta de Andalucía por el ‘caso Doñana’ ha puesto el foco sobre el sector del regadío como uno de los responsables de la actual situación. Un sector que ha salido este martes a defenderse y a reclamar una serie de medidas por sentirse los grandes afectados de estos problemas de agua. 

Los regadíos no son los culpables de la sequía, son los sufridores de la sequía”, ha defendido el secretario general de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore) Juan Valero de Palma. “Cuando falta agua en España somos nosotros los que nos quedamos sin suministro”, ha añadido el representante de la asociación sin ánimo de lucro que representa al regadío español.

Fenacore alerta sobre la necesidad de impulsar medidas tanto coyunturales que ayuden a paliar los graves impactos que causan la sequía en sus cultivos, como estructurales que ayuden a prevenir y hacer más resiliente a nuestro sector frente a este fenómeno recurrente y cada vez más intenso. “El agua dedicada al regadío ha bajado un 15% desde el año 2000”, ha señalado el propio Valero. “No lo decimos nosotros, lo dice el Ministerio para Transición Ecológica. El resto de usos se ha aumentado”, matiza.

El sector reclama a los Ministerios de Transición Ecológica y Agricultura que estudien caso por caso las causas de la sequía, que son múltiples y complejas como todos los temas del agua. El sector apunta a la falta de lluvias y los efectos del cambio climático como primer factor. El crecimiento del resto de las demandas, la poca eficiencia en los usos, el incremento de caudales ecológicos o la menor escorrentía superficial a causa del abandono de los cultivos de secano son otra de las causas de esta situación que apuntan los regantes. 

Lo que no es justo es que en la situación actual se culpe al sector que ha hecho los deberes”, puntualiza el sector.

El debate político sobre Doñana afecta a sus reclamaciones y análisis. “Los mensajes sencillos que se están lanzando para un tema tan complejo como este no ayuda”, apunta el presidente de Fenacore, Andrés del Campo. “Doñana tiene solución pero se necesita una análisis más amplío y detallado del que se está dando, todos estamos interesados”, asegura.

El regadío español pide medidas coyunturales para la sequía 

Fenacore pide medidas para paliar la situación con los decretos en la Ley de Sequía, con exención de los Cánones de Regulación y las Tarifas de Utilización del Agua en todas las cuencas afectadas por la sequía para minimizar las pérdidas y no pagar por un agua que no se recibe. Fenacore también reclama aplicar un IVA reducido al 5% para el suministro de energía al regadío, tal y como soportan los suministros domésticos.

Otro frente clave para el momento actual es que se apoye el uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas, uso de recursos no convencionales. Solicitan, además, que se faciliten los contratos de cesión de derechos de uso del agua entre Comunidades de Regantes y entre regantes dentro de cada comunidad. 

Sus peticiones también incluyen flexibilizar las ayudas de la PAC en el contexto de sequía, apoyar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el sector, la exención del IBI en todas las instalaciones de regadío (balsas de regulación, estaciones de bombeo, canales principales, etc…). Por último, quieren la bonificación de las cuotas sociales y reducción de los índices de rendimiento neto aplicables en el método de estimación objetiva para el periodo impositivo 2022 y 2023.

Las medidas estructurales que reclaman, con un debate más amplío, residen en: políticas de ahorro de agua en todas las demandas, incrementar la capacidad de regulación, prudencia en los caudales ecológicos y medidas operativas de infraestructuras. “Lo que no es justo es que en la situación actual se culpe al sector que ha hecho los deberes”, puntualiza Varela. “Cuando hablamos de temas del agua hay que olvidar la demagogia y centrarse en soluciones para la sequía en base a los datos”, concluye.  

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