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Economía

PSOE, C's y Podemos dejarán al PP cambiar de la Ley de Estabilidad y Sociedades

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro

El Gobierno sigue en funciones, pero la situación de interinidad no le va a impedir sacar adelante en el Congreso los dos cambios más importantes que se ha visto obligado a poner en marcha en los últimos meses: la reforma de la Ley de Estabilidad para poder aprobar los objetivos de déficit de las comunidades autónomas y el aumento del Impuesto de Sociedades prometido a la Comisión Europea para salvar el objetivo de déficit de este año. PSOE, Ciudadanos y Podemos permitirán al Partido Popular sacar adelante los dos cambios en el Congreso esta semana.

El martes se debatirá la modificación de la Ley de Estabilidad. Ha sido el Partido Popular el que ha tenido que presentar la Proposición No de Ley porque el Gobierno no puede hacerlo al estar en funciones. El objetivo es cambiar la Ley de Estabilidad para poder aprobar el reparto de los nuevos objetivos de déficit fijados por Bruselas sin tener que aprobar el techo de gasto. La normativa actual obliga a hacerlo al mismo tiempo. Y la finalidad última es que las comunidades autónomas puedan hacer sus presupuestos con ese nuevo límite de déficit.

Y el jueves se aprobará el Real Decreto por el que se ha elevado el Impuesto de Sociedades. En este caso, la iniciativa es directamente del Ejecutivo, que sí puede aprobar un decreto en situaciones de estricta necesidad. El cambio consiste en la aplicación de un tipo mínimo del 23% en el pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades para las empresas que facturen más de 10 millones al año y del 25% para la banca. Afectará a unas 9.000 empresas y aportará unos 8.300 millones extra de recaudación este año.

Es la medida estrella que propuso el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, a Bruselas para evitar la famosa multa por el desvío del déficit. De hecho, el Gobierno decidió endurecer en el último momento la iniciativa para asegurarse la reducción del déficit al 4,6% y evitar la congelación de los fondos estructurales a España por valor de unos 1.300 millones. El pasado fin de semana se envió a Bruselas el informe sobre las medidas efectivas para reducir el déficit.

El PP se ha asegurado el voto favorable de PSOE y Ciudadanos y la abstención de Podemos

En definitiva, dos cambios muy importantes y fundamentales en estos momentos. Pero ni la interinidad ni la disparidad de la Cámara van a ser un impedimento para el Partido Popular, que ya se ha asegurado el voto favorable del PSOE y Ciudadanos a estas iniciativas e incluso la abstención de Podemos. Todas las formaciones comparten el deseo de que las comunidades puedan contar con más margen para elaborar sus presupuestos y la necesidad de aumentar los ingresos del Impuesto de Sociedades.

De hecho, el PSOE ya había garantizado su apoyo al PP antes de la salida de Pedro Sánchez del partido y nada hace pensar en que vayan a cambiar de postura. La mala evolución del impuesto de Sociedades pone de manifiesto el error que cometió el equipo de Mariano Rajoy al eliminar el mínimo obligatorio en el pago fraccionado en 2015 y la necesidad de recuperarlo en estos momentos. Son 8.300 millones muy necesarios, aunque la formación preferiría una reforma más en profundidad del impuesto.

También apoyarán la modificación de la Ley de Estabilidad porque es un cambio que simplemente busca corregir un vacío legal. Se trata de un medio para llegar a un fin: poder fijar la nueva senda de déficit de las comunidades autónomas y desbloquear el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), dos asuntos fundamentales para las regiones. No tiene nada que ver con una posición política.

Podemos mantendrá una postura crítica, pero previsiblemente se abstendrá en las dos votaciones

Argumentos similares esgrimen desde Podemos. El portavoz de Economía en el Congreso, Alberto Montero, ha asegurado a Vozpópuli que van a mantener un enfrentamiento duro con el PP en el debate, pero previsiblemente optarán por abstenerse en el cambio de la Ley de Estabilidad para evitar que las comunidades autónomas sigan asumiendo la mayor parte del ajuste y puedan disfrutar del balón de oxígeno que supone el margen extra concedido por Bruselas.

Y más clara aún tienen la abstención en la modificación del Impuesto de Sociedades, una medida que consideran positiva para recuperar la recaudación del tributo. Celebran que el Partido Popular haya decidido enmendarse a sí mismo y dar marcha atrás tras haber suprimido el mínimo del pago fraccionado en 2015. En cualquier caso, reclaman una revisión profunda del marco del Impuesto de Sociedades en su conjunto.

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