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Economía

El PP se queda solo y tendrá que cambiar la reforma de pensiones de 2013

Mariano Rajoy, en un acto en Extremadura

El Pacto de Toledo retomó el miércoles las negociaciones sobre la controvertida revalorización de las pensiones y constató lo que desde hace semanas se podía palpar en el ambiente: el PP se ha quedado totalmente solo en la defensa de la reforma de 2013 y va a tener que recular. A la presión social se suma ahora la presión de los partidos, ya que todos, hasta Ciudadanos, piden cambios en el actual índice de revalorización.

Y es que las pensiones, que hasta ahora habían pasado desapercibidas en muchos medios y, sobre todo, en casi todas las televisiones, se han convertido estos días en tema de debate nacional por las manifestaciones de los jubilados. Este protagonismo ha puesto nerviosos a los partidos, que han decidido concentrar todos sus esfuerzos en contentar a los pensionistas.

Por eso Ciudadanos, que hasta ahora había mantenido una postura bastante ambigua en este tema, ha decidido dar un paso al frente y oponerse al IRP, el índice que sustituyó al IPC y que condena a los pensionistas a una cuasicongelación durante años. No pide que se derogue, pero sí se que se modifique para asegurar unas prestaciones mejores a los pensionistas y sin volver a la inflación.

También por este motivo el presidente, Mariano Rajoy, comparecerá la semana que viene en el Congreso a petición propia y, previsiblemente, anunciará mejoras para este colectivo. Es la primera vez que se celebra un pleno monográfico sobre las pensiones, lo que demuestra hasta que nivel ha aumentado la tensión en los últimos días.

Hay acuerdo para mantener el poder adquisitivo de los pensionistas, pero no sobre cómo hacerlo

La reunión ha sido constructiva, no como la semana pasda. El acuerdo de las formaciones, salvo el PP, para pedir que se asegure el poder adquisitivo de los pensionistas es todo un paso. Eso sí, cómo asegurarlo ya es otra cosa. PSOE y Podemos, que son los que forzaron el debate tras una tensa reunión la semana pasada, siguen reclamando que se vuelvan a ligar las pensiones al IPC. Para ellos, es la única forma de asegurar el nivel de vida de los jubilados.

PDeCAT y PNV, por su parte, no piden volver al IPC, pero sí apuestan por simplificar la fórmula actual de revalorización haciendo que se base solo en tres parámetros: el PIB, los salarios y el IPC. Una combinación de estos tres elementos, sostienen, puede asegurar el poder adquistivo de los pensionistas sin ajustar tanto las prestaciones como el IRP, que también tiene en cuenta otros factores como la ocupación o el déficit del sistema. 

Sin compromisos concretos

Lo cierto es que el PP se veía venir esta situación y ya había mostrado su disposición a modificar el IRP, como publicó este periódico el pasado mes de noviembre. Eso sí, por aquel entonces aún contaba con el apoyo de Ciudadanos y no había tanta presión en las calles. Este miércoles no ha hecho solo ha constatado su soledad y que no tendrá más remedio que dar marcha atrás en su reforma.

Eso sí, no ha querido comprometerse a nada en concreto para ganar tiempo ante la eminente comparecencia de Rajoy, en la que previsiblemente anunciará medidas para calmar los ánimos. Se ha limitado a pedir a los grupos infomres y datos para sus propuestas con el objetivo de mantener la paz en la Comisión hasta que hable el presidente.

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