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Economía

Malestar en Correos por la campaña por el Orgullo LGTBI: "Suena a cinismo oportunista"

Buzón de Correos

Un millón de sellos con la bandera multicolor del movimiento LGTBI, buzones y furgonetas decorados para la ocasión e incluso merchandising con banderas y abanicos. Correos ha lanzado esta semana su campaña publicitaria para conmemorar, por primera vez, el Día del Orgullo LGTBI, que tendrá lugar el próximo 28 de junio, y que se celebrará este año de forma online por la crisis del coronavirus.

Para la ocasión, la empresa pública de mensajería ha diseñado un sello cuyo valor postal será de 1 euro y que hace alusión directa al Pasaje Begoña, que en 2019 fue declarado Lugar de Memoria Histórica y cuna de los Derechos y Libertades LGTBI; además, ha rotulado con la bandera arcoíris y algunos de sus buzones (sobre todo en el madrileño barrio de Chueca), furgonetas y alguna de sus oficinas también en el centro de Madrid. 

Preguntados por la nueva campaña, desde la empresa que dirige Juan Manuel Serrano, exjefe de gabinete de Pedro Sánchez, comentan que suelen ser habituales cuando la empresa estrena un nuevo sello conmemorativo. En esta ocasión, la compañía ha lanzado además un vídeo promocional que se publicará solo en redes sociales.

La redacción del lema de la campaña, según cuentan fuentes internas a este periódico, fue muy discutida por las posibles connotaciones del propio nombre de la compañía; finalmente, se eligió #NoSoloAmarillo.

Malestar interno

Un despliegue que, por el momento en el que se ha realizado, ha causado cierto malestar en el interior de la compañía. Aunque prefiere preservar su anonimato, una sindicalista de Correos cercana al movimiento LGTBI expresa que la exaltación del Orgullo "no se puede limitar a un sello, a pintar un buzón o una furgoneta acompañándolo de una campaña de marketing y autobombo porque suena a impostura y a un cinismo oportunista". En esta línea, señala, "especialmente para el colectivo LGTBI que el 16 de marzo tuvo que salir a repartir y trabajar en oficinas sin guantes, gel, ni mascarillas".

Una de las furgonetas de Correos decorada para celebrar el Orgullo LGTBI

"El contribuir a las efemérides del Orgullo LGTBI hay que evidenciarlo en el respeto y buen trato a todos los colectivos de Correos en su quehacer los 365 días del año. No se nos puede manipular con una acción de marketing de cara a la galería, sino con el respecto a los derechos sociales y laborales en el día a día de nuestro trabajo postal", apostilla la sindicalista.

No en vano, la nueva campaña de Correos coincide con la reciente polémica interna por los EPIs de sus trabajadores durante la pandemia. Un baile de mascarillas continuo por el que la oposición ya ha pedido explicaciones al Gobierno y que tiene como elementos destacados la venta de mascarillas por parte de la empresa pública a Interior; el reparto "por error" entre los trabajadores de Correos de las mascarillas defectuosas de Sanidad; o el material prometido por Transportes que tardó en llegar más de lo esperado.

Una serie de reclamaciones que los trabajadores vienen haciendo desde hace semanas a la compañía y que, hasta el momento, no han recibido respuesta: "La gente ya no traga con ruedas de molino. Esta actuación es pura impostura", insisten fuentes sindicales.

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