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Economía

Planas aboca al encarecimiento de los alimentos o la caída de beneficios de empresas

Imagen de archivo de una manifestación de trabajadores agrícolas

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación  Luis Planas, ha anunciado este martes la aprobación de un real decreto-ley que estipula la obligación de tener en cuenta el coste de producción a la hora de fijar el precio a lo largo de todos los eslabones de la cadena alimentaria, lo que provocará un encarecimiento de los precios de los alimentos o bien una caída de los beneficios de las empresas distribuidoras. 

"La nueva norma introduce el coste de producción como elemento obligatorio en las relaciones contractuales, que se incluirá como un factor obligatorio a tener en cuenta para establecer el precio en los contratos agrarios", ha explicado Planas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, pero no ha reconocido que esto pueda suponer una subida de precios. 

En la práctica, esta medida supone que el precio del producto irá aumentando a medida que avance la cadena alimentaria, de forma que se fije una suerte de precio mínimo en cada eslabón que nunca podrá ser inferior al coste de producción. Esos costes de producción serán públicos y recogidos por las estadísticas del Ministerio, según ha puntualizado el titular de Agricultura. 

Actualmente, esta premisa no siempre se cumple, ya que hay agricultores que se ven obligados por el mercado a vender a un precio inferior al coste de producción (de ahí que en ocasiones sea más rentable destruir las cosechas para que baje la oferta y suba el precio), y los precios a veces se van devaluando a lo largo de la cadena. 

En el punto final, a veces son los propias cadenas de distribución (Carrefour, Mercadona, Lidl...) las que venden un producto a pérdidas, e incluso por debajo de su coste de producción, por ejemplo cuando regalan un producto con otro. Si te regalan una botella de aceite de oliva por la compra de dos paquetes de detergente (el ejemplo que utilizaba el propio Planas) en la práctica esa botella no sólo se vende a pérdidas sino que se vende por debajo del coste de producción. 

Estrategias de las cadenas para vender con pérdidas

Aunque este cambio parece conllevar inevitablemente una subida de los precios de los alimentos, Planas cree que no tiene porqué ser así. "Si cada uno asumimos nuestra responsabilidad en el marco de la cadena, creo que es posible que los precios al consumidor no se incrementen y que al mismo tiempo exista una mejor retribución para agricultores y ganaderos", ha insistido.

Sin embargo, para que eso ocurra, las grandes distribuidoras tendrán que estar dispuestas a recortar su margen de beneficio (si tienen que pagar más a los eslabones de la cadena que tienen por encima pero quieren mantener el precio de mercado de los productos, entonces ganarán menos).

"Aquí hay una trampa, si tu subes en cada eslabón de la cadena poniendo un precio mínimo, como los márgenes son tan estrechos la distribución tiene que subir el precio. Pero lo más seguro es que la distribución siga vendiendo a pérdidas. La pregunta es: ¿qué margen de pérdidas están dispuestos a sostener?", apuntan fuentes de una cooperativa ganadera a este medio, y recuerdan que ya hay supermercados que aplican estrategias que incluyen la venta con pérdidas altísimas (por ejemplo, un kilo de pollo a un euro). 

Dudas en el sector

José Manuel de las Heras, coordinador estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, señala a este medio que la disyuntiva es esa: una subida de precios al consumidor o menos margen de beneficio: "No hay otra manera. Por eso nosotros defendemos que tocar elementos aislados en la cadena no es eficaz".

La patronal de industrias alimentarias FIAB ha señalado que tiene dudas sobre esta decisión y que hay que "estudiar en profundidad" su efectividad práctica o la de un índice que determine tales costes y si es compatible, o por el contrario "restringe", las normas de la competencia, según ha recogido Efe.

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