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Economía

El parche del IVA de la luz: no tendrá efecto mientras falle el tope del gas

La subida del precio ya se ha comido la rebaja del IVA de la luz que lleva casi un año en vigor y lo hará con la que aprueba el Gobierno el sábado si la excepción ibérica sigue sin funcionar

El parche del IVA de la luz: no tendrá efecto mientras falle el tope del gas
Una calculadora Pexels

La nueva rebaja del IVA de la luz que ha anunciado Pedro Sánchez que va a aprobar el sábado no tendrá efecto mientras no funcione el tope del gas. Así lo muestran los cálculos que ha realizado Vozpópuli con ayuda de expertos y así se desprende de la mecánica del IVA de la luz y del impacto de la subida de precios que no remite.

A la cifra que ha transmitido Hacienda de lo que le va a costar la medida -entre 250 y 300 millones en julio, agosto y septiembre-, se llega a partir de los resultados de la recaudación del IVA de la luz del verano de 2019, es decir, a recaudación constante, cuando el precio del kilowatio/hora era la mitad que ahora, y subiendo.

En concreto, en el verano de 2019 el kilowatio estaba en 0,044 y ahora mismo se sitúa en 0,074. La Agencia Tributaria no desglosa la recaudación del IVA de la luz, pero ésta puede hallarse a partir del Impuesto Especial de la Electricidad, que tiene la misma base imponible.

Si al volumen de ventas de la electricidad se le suma la recaudación del Impuesto Especial a la Electricidad, se obtiene la base. El Impuesto Especial a la Electricidad recaudó 342 millones entre julio y septiembre de 2019, lo que arroja una base imponible de 7.034,75 millones.

Con un IVA del 21% que se aplicaba entonces, en el verano de 2019 el IVA de la luz recaudó 1.477,29 millones. Una rebaja del tipo al 10% como la que se hizo en julio de 2021 y se ha prorrogado hasta ahora supone unos ingresos de 700 millones, que ahora una reducción al 5% dejaría en algo más de 300 millones.

Sin embargo, ahora el precio es casi el doble, con lo que el precio ya se ha comido la rebaja del IVA de la luz que lleva casi un año en vigor, y lo hará en breve con la nueva que va a aprobarse. Por la naturaleza del impuesto, ad valorem, es decir, que se aplica sobre el valor del bien, si sube el precio, aunque baje el tipo, la recaudación se mantiene.

No es el caso del Impuesto de Hidrocarburos, que grava los litros consumidos, y si se bajara, caería la recaudación. El Gobierno se abrió a rebajar este impuesto y el IVA de los carburantes en la Conferencia de Presidentes de La Palma el 13 de marzo y lo mantuvo a principios de esa semana, pero el 16 de marzo dio un viraje y se cerró a rebajar estos impuestos, además de negarse a deflactar la tarifa del IRPF como pide el PP.

En marzo renegaban de otra rebaja del IVA

Llama la atención que el argumento que esgrimía para este rechazo Pedro Sánchez, también para negar la conveniencia de una rebaja adicional del IVA de la luz como la que ahora va a aprobar, era que el mercado estaba roto y que la única solución posible era conseguir que Bruselas permitiera pone un tope la gas, la llamada excepción ibérica, para que bajara el precio.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendía entonces que sin rebajar el precio, las rebajas del IVA que se hicieran no servirían y serían engullidas por las subidas del kilowatio, un argumento que repetían la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la tercera, Teresa Ribera.

Pues bien, el tope del gas entró en vigor el pasado 15 de junio y de momento los precios siguen subiendo, lo que no ha impedido al Gobierno anunciar una nueva rebaja del IVA de la luz. La medida estrella de Teresa Ribera y Pedro Sánchez está lejos de hundir la factura entre un 15 y un 20%. Las primeros jornadas de esta intervención se ha saldado incluso con aumento de precios.

Moncloa espera que cuando la climatología sea más favorable, y la demanda se estabilice, el límite al gas será más efectivo. La medida ya está consiguiendo reducir el precio del mercado mayorista con respecto a lo que se registra en los principales países europeos.

El problema que tiene España es que es el único que cuenta con una tarifa regulada indexada a ese mercado que, a su vez, es la única que se tiene en cuenta en el dato de la inflación. Por ello, el Gobierno recurre a nuevos parches, como una nueva bajada del IVA, para contener de inmediato este descontrol eléctrico.

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