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Economía

Los optimistas y los pesimistas de la gran banca internacional sobre la recuperación

La gran banca internacional revisa prácticamente a diario sus previsiones sobre la recuperación económica dependiendo del avance de la epidemia. Goldman Sachs y BlackRock ven más posible una recuperación rápida que el resto

Una mujer con mascarilla frente a la sede de la Bolsa de Nueva York, en Wall Street.

La gran banca de inversión internacional revisa prácticamente a diario sus previsiones sobre la recuperación económica, dependiendo del avance de la pandemia y del resultado que se va obteniendo en las distintas economías para combatirlo, así como del mayor conocimiento que se va teniendo sobre la enfermedad. 

Entre los Goldman Sachs, BlackRock, Credit Suisse o Bank of America, los hay más optimistas que otros en cuanto a la velocidad de la recuperación, si esta será en forma de V, de U, de L o de W. En todo caso, todos ellos advierten que las incógnitas son muchas, y que nada volverá a ser como antes.

El mensaje más optimista lanzado en los últimos días por la gran banca internacional posiblemente haya sido el de Larry Fink, el presidente de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo.

Pero ni siquiera Fink en sus proyecciones ha podido evitar lanzar mensajes con cierto contenido mesiánico: "Cuando salgamos de esta crisis, el mundo será diferente", afirma el hombre más poderoso de las bolsas mundiales en su carta a los accionistas, del pasado 29 de marzo.

Goldman ha comparado el impacto del coronavirus con el del 11-S y Bank of America afirma que será peor que la caída de Lehman Brothers

"A pesar de lo dramático que me he puesto", continúa Fink en su misiva, la economía "se recuperará con rapidez, en parte porque ahora no aparecen algunas de las barreras para la recuperación de una crisis financiera típica". 

El presidente de BlackRock sostiene que los bancos centrales se están "moviendo con agilidad para abordar los problemas en los mercados de crédito y los Gobiernos están ahora actuando con agresividad promoviendo estímulos fiscales". 

Bank of America ha recortado sus previsiones ante la falta de una respuesta política efectiva

Al carro de los 'optimistas' se subió también en un principio Goldman Sachs. El que es considerado como el banco de inversión más poderoso del mundo sostuvo el pasado 15 de marzo, ante más de 1.500 clientes, que no hay riesgo sistémico por la crisis del coronavirus, gracias a la intervención de los Gobiernos.

Ese día el mensaje del banco estadounidense fue que las Bolsas se recuperarán antes de que termine el año. "Los virus han estado con nosotros desde siempre. Los mercados bursátiles deberían recuperarse completamente en la segunda mitad del año", señaló.

Goldman Sachs defendía que la situación es más parecida al impacto que sufrió la economía mundial por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York que a la surgida por los efectos de la crisis financiera y caída de Lehman Brothers en 2008.

En las últimas semanas Goldman Sachs ha matizado ese optimismo, aunque aún mantiene su previsión de una recuperación generalizada de los mercados a finales de año. En un informe publicado a principios de esta semana, bajo el título Un abismo más profundo, un rebote mayor, la entidad augura una mayor caída del PIB en Estados Unidos que anteriormente, pero también mejora sus previsiones para la segunda mitad del año.

Políticas poco efectivas

Bank of America ha ido empeorando sus previsiones en los últimos días, y sus informes son cada vez más críticos y pesimistas. "Hemos recortado nuestros pronósticos una vez más", dice el segundo mayor banco de Estados Unidos en sus previsiones comunicadas el 2 de abril.

Pimco sostiene que esta puede ser la crisis más profunda y corta de la era moderna

"La falta de una respuesta política efectiva para controlar la propagación del virus en los mercados desarrollados y en algunos mercados emergentes nos ha llevado a reducir el crecimiento global en 2020 del 0,3% al -2,7%". Esta previsión, advierte, "es considerablemente peor que la recesión de 2008-09". Y lanza un dardo a los gobernantes de las potencias occidentales: "Tanto los responsables políticos como la gente en muchas economías no han aprendido la lección de China: la política más efectiva es un bloqueo rápido y estricto", sostiene. "Retrasar estas políticas por una semana, en nuestra opinión, agrega una semana a la duración del cierre". 

Bank of America considera que deberíamos aprender tres lecciones de como los países asiáticos han luchado contra la pandemia: "Primero, los gobiernos deben ser totalmente transparentes; segundo, los gobernantes deben comunicar de forma más agresiva y constante sobre los peligros de la enfermedad así como del comportamiento necesario para limitar su propagación; tercero, el distanciamiento social debe aplicarse consistentemente en todas las regiones con altos niveles de migración".

"Desafortunadamente", advierte la entidad, "muchos países han tardado en adoptar estas lecciones, lo que probablemente signifique una lucha más larga para aplanar la curva".

"Estamos perdiendo inexorablemente el libre mercado", advierte Yves Bonzon, ejecutivo de Julius Baer

Pimco, el mayor inversor en renta fija en el mundo, cree que esta puede ser la crisis "más profunda y corta de la era moderna". El gigante estadounidense prevé una "recuperación en U en un horizonte de 6 a 12 meses", y apunta que será "una recuperación gradual con el riesgo añadido de que sea desigual, con retrasos y daños permanentes".

La entidad anticipa que la expansión del coronavirus alcanzará su pico a nivel mundial en el tercer trimestre del año, e incluso advierte que el escenario que pronostica "está sujeto a modificaciones" y que la recuperación "en U puede convertirse en una W"

Peores previsiones en China y EE UU

Axa Investment Managers avisa en un reciente informe de "presiones inflacionistas significativas" a nivel mundial en cuanto comience la recuperación. "La recuperación económica que eventualmente seguirá, puede manifestar presiones inflacionistas significativas como ocurrió tras la crisis financiera de 2008 o el desastre de Fukushima".

Axa advierte de "presiones inflacionistas significativas" en cuanto comience la recuperación

La gestora de activos de la aseguradora francesa AXA considera que el impacto de la guerra del petróleo en la inflación será "puntual", y que los "tipos de interés reales están demasiado altos", y que estos "disminuirán".

Natixis descarta una recuperación de la economía en forma de V, y prevé que esta sea en forma de U. "Creemos que los bancos centrales han hecho bien en mantener bajos los riesgos sistémicos para evitar una crisis de crédito, pero seguimos atentos a cómo podrán contenerse las suspensiones de pagos o quiebras de empresas si éstas se producen".  

Esty Dwek, director del banco de inversión francés, ha hecho referencia recientemente a los primeros datos de la encuesta empresarial Purchase Managers Index de Estados Unidos, los cuales "no han sido tan malos como se esperaba". Pero advierte que posiblemente la próxima encuesta refleje "un deterioro mayor de las condiciones económicas en EE UU. Sabemos que los datos van a ser malos, la cuestión es cuánto de malos y durante cuánto tiempo". Dwek señala que no se espera "una recuperación en V, sino en U y solo de manera gradual".

Natixis señala que a China aún "le queda un largo camino" para volver a la normalidad

Philippe Waecther, jefe de investigación económica de Ostrum AM (una gestora de Natixis IM), explica sobre la recuperación en China, que la actividad ha dejado de contraerse en marzo, "pero el rebote parece limitado y sin efecto expansivo". Waechter afirma que a "China todavía le espera un largo camino hasta converger hacia una situación normal; el impulso será moderado en los próximos meses, a pesar de la voluntad política".

Capitalismo de guerra

Yves Bonzon, del banco privado suizo Julius Baer, avisa "del riesgo de que se adopten medidas con buenas intenciones individuales, pero contraproducentes a nivel colectivo en los próximos meses". Bonzon alaba las actuaciones de los bancos centrales, que han demostrado haber aprendido de la crisis financiera originada en 2008.

El ejecutivo de Julius Baer apunta que los efectos positivos de la cuarentena se empiezan a notar ahora, pero que la vuelta a la normalidad no será inmediata. "Se ve la luz al final del túnel, pero todavía queda mucho recorrido", dice. Y aboga por compensar la pérdida de ingresos de empresas y autónomos, ya que en caso contrario "tendrán que asumir la carga permanente de deudas adicionales que ralentizarán la recuperación después del confinamiento".

Bonzon comenta que nos estamos "encaminando hacia un capitalismo de Estado comparable a lo que se hizo durante la guerra en los años cuarenta del pasado siglo. Por consiguiente, estamos perdiendo inexorablemente el libre mercado".

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