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Economía

Telefónica, Orange y Vodafone recortan uno de cada cuatro empleos en los últimos cinco años

Los grandes operadores sufren la presión del 'low cost'. 12.300 empleos del sector han desaparecido en el último lustro

España registrará este año su mayor número de quiebras si se mantiene la tendencia del primer trimestre
Una persona espera en las inmediaciones de una oficina de empleo en Alcorcón (Madrid). Europa Press

Los operadores incumbentes -con red propia- llevan cinco años recortando empleo, algo que coincide con la expansión del modelo low cost, liderado por los Operadores Móviles Virtuales (OMV), aquellos que dan servicio con la infraestructuras de los grandes.

En 2015 los operadores de gran tamaño (Telefónica, Orange y Vodafone) sumaban un total de más de 42.000 trabajadores, según datos anuales facilitados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) e información facilitada por las telecos.

En la actualidad esta cifra ha descendido hasta los aproximadamente 29.700 puestos de trabajo en activo. Esto supone la reducción de 12.300 empleos desde 2015 hasta 2020.

El último de los ajustes ha corrido a cargo de Orange. La filial española del Grupo francés anunciaba a finales de la semana pasada la intención de reducir su plantilla en 485 trabajadores. Durante el primer trimestre de marzo de 2016 sindicatos y empresa acordaron otra reducción de la masa laboral de 435 personas. La plantilla total de la compañía quedará establecida en unas 2.600 personas tras los recortes.

En 2015 el sector albergaba 42.000 empleos, hoy esta cifra no alcanza los 30.000

Este último ajuste se suma al que el año pasado llevó a cabo Vodafone. La compañía de telecomunicaciones cerró su ERE con 916 salidas. Su plantilla a marzo de 2020 quedaba compuesta por 4.270 personas.

Por su parte, Telefónica, la teleco con mayor volumen de empleados, ha sido la que ha realizado ajustes más drásticos. En 2015 contaba con 33.440 personas en plantilla, pero hoy esta cifra se ha reducido hasta aproximadamente 22.300 puestos de trabajo.

El gigante azul ha basado la reducción de la masa laboral en los PSI (Planes de Suspensión Individual). Se trata bajas incentivadas en condiciones ventajosas, sobre todo para los empleados más veteranos de la corporación, aquellos que superan los cincuenta años de edad.

La compañía de telecomunicaciones dirigida por José María Álvarez-Pallete cuenta con un total de casi 121.000 empleados en todo el mundo: Alemania, Reino Unido, España y Latinoamérica (Brasil, Colombia, México, Ecuador, Venezuela o Colombia, por citar sus mercados más representativos en la región).

Empleo y sector 'low cost'

En resumen, casi uno de cada cuatro puestos de trabajo han desaparecido en los últimos cinco años si hablamos de los grandes operadores de telecomunicaciones. El sector low cost, con el visto bueno de los órganos de competencia, ha crecido notablemente en los últimos años. En el caso de España, el efecto MásMóvil ha supuesto la creación de un gigante que ya compite por convertirse en el tercer operador por número de clientes en España.

Esta situación de bajos ingresos no se circunscribe únicamente a nuestro país. En Europa la mayoría de los grandes operadores no pasa por buenos momentos, todo lo contrario de lo que sucede con sus homólogos en Asia y Estados Unidos. En estos dos casos hablamos de mercados con apenas un puñado de incumbentes y muchos menos pequeños actores del ámbito del low cost. Sólo en Europa hay 80 grandes compañías de telecomunicaciones, por los únicamente tres operadores que hay Estados Unidos o China, mercados con los que compite el viejo continente.

Tampoco ayuda la situación impositiva. Los operadores llevan años denunciando la necesidad de desregularlo. Una de las últimas demandas de las compañías de telecomunicaciones, representadas por DigitalES, es que sean eximidas del canon que han de pagar para financiar la televisión pública (RTVE).

Su propuesta pasa porque sean empresas como Google, Amazon o Facebook quienes hagan frente a este canon. Los grandes operadores consideran que, tras el fin de la publicidad en RTVE -antes se financiaba con anuncios-, quienes antes utilizaban al ente público para difundir sus mensajes publicitarios ahora invierten ese dinero, en gran medida, en anuncios en el buscador norteamericano.

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