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La mitad de Naturgy se controla desde las Islas Caimán, Luxemburgo y Nueva York

La llegada de IFM al accionariado de la energética provoca que más del 50% de su capital esté controlado por fondos extranjeros. Una tendencia que se replica en el resto del sector del Ibex

Sede en Madrid en Avenida América de Naturgy EUROPA PRESS

El fondo australiano IFM ya aparece en el registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como accionista de referencia de Naturgy. Un listado de accionistas significativos donde se une al fondo americano GIP y a la firma de inversión CVC para que el organismo regulador constate que el 51% de la energética se controla desde las Islas Caimán, Luxemburgo y Nueva York. 

El 10,83% del capital de Naturgy que ya controla IFM, tras desembolsar 2.318 millones de euros, está gestionado bajo un complejo entramado societario que, según se detalla a la CNMV, tiene su sede social en las Islas Caimán. Este fondo australiano, que ejerce como fondo de pensiones del sindicato de estibadores australiano, gestiona sus inversiones en España a través de Global Infraco Spain, una sociedad creada hace dos años y que depende de la holandesa, Global Infraco NL Coöperatief. 

La sociedad holandesa de IFM cuelga de una matriz con sede en Luxemburgo que es Global Infraco Sàrl (sociedad de responsabilidad limitada en su acrónimo francés). Este complejo entramado de sociedades afincadas en España, Holanda y Luxemburgo dependen de Conyers Trust Company (Caimán) Limited, una sociedad de las Islas Caimán, a través de la cual IFM Investors Pty Ltd (nombre completo del fondo australiano) gestiona sus participaciones fuera de sus fronteras.

El 20% que controla Global Infrastructure Partners (GIP) de Naturgy desde 2016, por entonces Gas Natural, tiene otro entramado de sociedades repartidas por el mundo. El fondo estadounidense registró en septiembre de ese año su participación en la energética española desde su sede de Nueva York. Una semana después, CVC registraba en la CNMV que este controlo lo realizaba desde un instrumento financiero con sede en Luxemburgo, GIP Canary Sàrl. 

El tercer gran fondo que controla Naturgy es la sociedad Rioja Acquisition Sàrl, de la que la firma de inversión luxemburguesa CVC es propietaria del 74,27% del capital, mientras que la Corporación Financiera Alba (familia March) poseen el 25.73% restante. Esta firma, también con sede en Luxemburgo, es dueña del 20,4% de las acciones de Naturgy desde que en 2018 cerrar un acuerdo para hacerse con esta participación con Repsol.

IFM, GIP y Rioja controlan desde este mes de octubre la mitad del accionariado de Naturgy. Aunque el máximo accionista de la energética sigue siendo Criteria Caixa, que maneja su 26% de la compañía desde la ciudad balear de Palma. 

Naturgy no es la única 

La llegada de IFM a Naturgy ha puesto el foco en la compañía por la pérdida de la ‘españolidad’ de esta empresa "estratégica", tal y como la definió el Gobierno en la revisión de la OPA del fondo australiano. Pero no es la única gran empresa del sector energético cuyos máximos accionistas están lejos de su sede social.

Repsol, precisamente, es uno de los ejemplos de esta casuística. La energética que preside Antonio Brufau tiene a tres grandes fondos de inversión como máximos accionistas después que la semana pasada Sacyr redujera su participación del 8 al 4% tras vencer sus contratos financieros. JP Morgan, con sede social en Delaware (EEUU), es ahora el máximo accionista de Repsol con el 6,5%. 

Antonio Brufau, presidente de Repsol. EP

El fondo francés Amundi, desde París, gestiona el 4,5% de Repsol. BlackRock, con sede en Nueva York (EEUU), es otro de los grandes dueños de la energética con el 5,1% y, Norges Bank, el fondo soberano noruego con sede en Oslo, tiene otra gran posición en la compañía del 3%. Estos dos últimos fondos suman otro 8% de Iberdrola, donde el máximo accionista es el fondo soberano de Qatar con un 8,6%.

Endesa, la otra gran energética del Ibex 35, tiene su control total desde Roma (Italia). Aunque, en su caso, su dueño es un gigante energético como Enel, cuyo máximo accionista es el Ministerio de Economía y Finanzas del Gobierno italiano.

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