Más de 5 millones de personas perciben menos que el salario mínimo anual en España

Más de cinco millones de personas perciben menos que el salario mínimo anual en España. La razón: no trabajan las horas suficientes durante el año para llegar a unos ingresos mínimos, que con la última subida se sitúan en los 15.120 euros brutos anuales.

Esta cifra, calculada por el investigador asociado de Fedea Florentino Felgueroso con los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, refleja un problema al que apuntan los economistas que siguen de cerca la evolución del mercado laboral.

En la presentación del último Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo, elaborado junto a BBVA Research y el Instituto EY-Sagardoy de Talento e Innovación, Felgueroso apuntó a la "pobreza laboral", un lastre de nuestra economía que la última reforma impulsada por Yolanda Díaz "tiene que combatir".

El Observatorio recoge algunos de los problemas. Por ejemplo, mientras el sector privado ha reducido drásticamente el peso de los contratos temporales con la reforma laboral, en el público aún ronda el 30%. Y en 10 ocupaciones la temporalidad oscila entre el 40% y el 80%.

Además, otro dato a seguir y sobre el que pone el foco el informe es el de la tasa de permanencia de los trabajadores indefinidos ordinarios con una antigüedad de entre 6 y 12 meses. Ésta ha caído hasta valores más cercanos a los de los años posteriores a la Gran Recesión. Es decir, que los nuevos trabajadores indefinidos duran menos en las empresas.

Además, según los datos del SEPE, en marzo hubo 33.118 contratos indefinidos más que personas firmantes, lo que podría ser indicativo de pluriempleo y trabajo a tiempo parcial. Es decir, la tasa de rotación (contratos/personas contratadas) de los indefinidos ha crecido, si bien la total ha disminuido por la reducción de los contratos temporales con la reforma laboral.

De momento el único indicador disponible para medir la transformación del mercado laboral con la última reforma es el tipo de contrato

Todos estos datos apuntarían a que hay profesiones que siguen siendo intermitentes. En este sentido, Fedea y BBVA Research se muestran cautos a la hora de evaluar los efectos de la reforma laboral y no ven aún con suficiente claridad la mejora en la calidad del empleo.

De momento, el único indicador disponible para medir la transformación es el tipo de contrato, que refleja un trasvase importante de contratos temporales a indefinidos, una señal a priori positiva pero no definitiva. Los últimos datos de afiliación de marzo apuntan a una reducción de la tasa de temporalidad hasta el 14%.

"Hay que tener cuidado, decir que se ha reducido mucho la temporalidad contractual no significa que se haya disminuido la precariedad", aseguró Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea, durante la presentación del informe al ser preguntado sobre este asunto.

Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico en BBVA Research, apuntó también que en el servicio de estudios de la entidad bancaria han empezado a mirar algunos indicadores diferentes como, por ejemplo, la reducción de las jornadas de trabajo, donde "no se perciben grandes cambios" por tipo de contratos.

Sin embargo, lo "determinante" es saber cómo han cambiado tras la reforma laboral las condiciones de una persona que tenía contrato temporal en términos de intensidad en el empleo, de salario y de renta disponible a lo largo del año. Pero para saberlo "habrá que esperar un par de años", sentenció Doménech.