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Economía

¿Cuánto aguantará con el blindaje de Bruselas un Arias Cañete cercado por la corrupción?

El comisario Cañete

La pregunta del titular circula hace tiempo por los pasillos de las instituciones comunitarias, especialmente el Parlamento y la Comisión. Pero mucho más durante la última semana, cuando ha trascendido que altos cargos del Ministerio de Agricultura han implicado a Miguel Arias Cañete en el caso que la Audiencia Nacional investiga por corrupción en la sociedad pública Acuamed, dependiente del departamento que dirigió el hoy comisario de acción por el clima y energía entre 2011 y 2014. Aunque llueve sobre mojado. Semanas antes, la aparición del nombre de su esposa, Micaela Domecq, en los llamados ‘papeles de Panamá’, terminó por poner en el disparadero el nombre del comisario europeo, perseguido también por sus vinculaciones con empresas familiares dedicadas al negocio petrolero. Cañete se refugia en el parapeto de la Comisión que, sin duda, es fuerte y resistente. La duda es hasta qué punto.

La implicación del exministro en el 'caso Acuamed' ha aumentado las dudas acerca de su continuidad en Bruselas

Las declaraciones de Federico Ramos, ex secretario de Estado de Medio Ambiente, y de Liana Ardiles, directora general de Aguas del Ministerio de Agricultura al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que investiga el caso de corrupción en Acuamed, han provocado un gran revuelo en el entorno del Ejecutivo comunitario. De forma directa, ambos acusaron al ahora comisario Arias Cañete de proteger y promocionar cuando era ministro a Arcadio Mateo, antiguo director general de Acuamed y considerado como cabecilla de la trama que percibía favores a cambio de favorecer a grupos constructores adjudicatarios de obras en infraestructuras hídricas.

Según las confesiones de ambos ante el magistrado, la conexión entre Mateo y Arias Cañete era directa y ante situaciones complicadas, el ex ministro siempre le apoyaba, como en el caso en que decidió cesar a Ardiles como presidenta de Acuamed cuando tuvo un enfrentamiento con su supuesto protegido en Agricultura.

Las preguntas parlamentarias sobre este asunto se agolpan en Bruselas aunque la Comisión Europea se ha limitado a señalar que hay una investigación en marcha en España y que no se pronunciará mientras continúe esta situación.

La tibieza de la Comisión

Tampoco fue en exceso contundente la reacción del Ejecutivo comunitario al conocerse que la esposa de Arias Cañete está relacionada con los ‘papeles de Panamá’ con la sociedad Rinconada Investments Group, que estuvo activa entre 2005 y 2010 (antes de que su esposo llegara al Ministerio de Agricultura). Por entonces, la Comisión argumentó que el matrimonio de Miguel Arias Cañete y Micaela Domecq se rige bajo el régimen de separación de bienes. Una circunstancia que, sin embargo, no fue óbice para que Cañete incluyera en su declaración de bienes como comisario europeo la participación de su esposa en la mercantil Agrícola Micaela Domecq S.L.

La sombra de sospecha que persigue Cañate es anterior a su designación como comisario

En realidad, la sombra de la sospecha persigue a Cañete incluso desde antes de su designación como comisario europeo. Poco antes de someterse al examen previo correspondiente, el ex ministro vendió su participación en las petroleras familiares Petrolífera Dúcar y Prologis Canarias. Una maniobra que se vendió desde el Partido Popular como un acto de diligencia puesto que no estaba obligado a hacerlo. El caso es que las operaciones llevaron a una modificación de su declaración de intereses y también a que la situación de Cañete respecto a estas sociedades dejara marca. Las empresas siguen controladas por miembros de su familia, entre ellos su hijo y su cuñado.

Ante esta cascada de circunstancias adversas, el comisario Arias Cañete se refugia en Bruselas lo que, en principio, es una decisión comúnmente aplaudida por su entorno. "No es nada malo el parapeto que ofrece la Comisión. No resulta nada fácil poner en apuros a un comisario y mucho menos intentar siquiera que abandone su cargo", asegura a Vozpópuli un experto en cuestiones comunitarias. "La Comisión es muy escrupulosa con las actuaciones de los comisarios durante su ejercicio e incluso transcurrido un tiempo después de dejar el Gobierno. No es que lo de antes no importe, sencillamente se queda en un segundo plano".

Petición de Juncker o moción de censura

Si la investigación en torno al caso Acuamed implicara aún más a Arias Cañete hasta el punto de hacerle declarar o incluso imputarle, su salida de la Comisión tampoco resultaría sencilla. De no presentar directamente su renuncia, sólo el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, podría solicitárselo. "No es lo más común, el presidente va a muerte con sus comisarios y haría todo lo posible por evitar escándalos y fisuras en el Gobierno", apunta esta fuente.

Ante esta circunstancia, quedaría la opción de presentar una moción de censura en el Parlamento Europeo, algo de lo que no se ha librado ni la Comisión Europea en bloque. Sin embargo, para sacarla adelante es necesario contar con la votación favorable de dos terceras partes de la Cámara. Algo que se antoja complicado dada la composición actual del Parlamento.

Entre las formaciones políticas en España, Podemos es la más proclive a tratar de forzar la salida de Arias Cañete de la Comisión. La formación morada considera que el ex ministro nunca debió siquiera ser nombrado para este puesto. En las filas del PSOE, más europeísta, existen más dudas y prefieren esperar acontecimientos. Por el momento, lo más probable es que nombres como Acuamed, Prologis, Micaela Domecq y Rinconada se hagan incluso familiares entre los parlamentarios europeos.

En estos días tan turbulentos, no ha faltado quien recordara en el entorno de Arias Cañete la polémica que surgió antes de plantearse incluso la posibilidad de ser comisario europeo, en la campaña de las elecciones europeas. Después de mantener un debate televisado con la entonces candidata a europarlamentaria por el PSOE Elena Valenciano, Cañete aseguró que "el debate con una mujer es complicado porque si demuestras superioridad intelectual o la acorralas es machista".

Por entonces, se consideró la suma de estas declaraciones y su posición como accionistas de empresas petroleras le podría perjudicar enormemente en su carrera como europarlamentario y futuro comisario. Arias Cañete reaccionó con cierta agilidad. Por un lado, pidió disculpas por sus comentarios y admitió que fueron desafortunados; por el otro, se desligó teóricamente de los negocios relacionados con el crudo. Ahora cuenta con el escudo de la Comisión pero los problemas parecen algo más serios que un simple comentario más propio de la barra del bar.

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