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Economía

El 'crowdfunding' o financiación colectiva, una alternativa al crédito bancario que suma adeptos

El crédito bancario sigue sin fluir, las subvenciones desaparecen y los productores de cine o las discográficas sólo apuestan por lo seguro. No es de extrañar que los emprendedores recurran cada vez más a plataformas de 'crowdfunding' o financiación colectiva para dar forma a los más diversos proyectos.

La financiación colectiva es un sistema de cooperación muy sencillo que permite a cualquier creador de proyectos -profesional o no- reunir una suma de dinero considerable entre muchas personas para apoyar una determinada iniciativa. A cambio de su participación en el proyecto, los colaboradores reciben recompensas que van desde ver su nombre en los créditos de la obra, a tener acceso a actos exclusivos o pases privados.

"En esencia, se trata de utilizar tu red y tu público para conseguir financiación, conocimiento y feedback. El crowdfunding se basa en la creencia de que el poder de muchas contribuciones pequeñas juntas puede convertirse en algo significativo", reza un manifiesto de la web RocketHub.org 

La dinámica de funcionamiento de las distintas plataformas de ‘crowdfunding’ que operan en España (Goteo, Verkami, MyMayorCompany…) es bastante similar, si bien existen diferencias en el tipo de proyectos que acepta cada una. Por regla general, los promotores de proyectos cuentan con un plazo que oscila entre 30 y 40 días para cubrir un objetivo de financiación determinado.

Los colaboradores ofrecen la cantidad de dinero que estiman oportuna y si pasado ese tiempo se alcanza el objetivo, la plataforma procede al cargo de dichas aportaciones. Si por el contrario, no se reúne el dinero, los colaboradores no desembolsan nada. Es lo que se conoce como el sistema del  ‘todo o nada’.

“Gracias al 'crowdfunding', el capital riesgo está dejando de ser dominio exclusivo de los ricos"

Una solución para las startups

Según un informe de crowdsourcing.org, en abril de 2012 había 452 plataformas activas de ‘crowdfunding’ en todo el mundo, la mayoría en Norteamérica y Europa. Consiguieron levantar en 2011 un millón de proyectos tras obtener 1.500 millones de dólares.

Durante mucho tiempo estos proyectos se limitaron a productos de índole cultural, como discos de música, películas u obras de teatro, que eran financiados por particulares de manera altruista, motivo por el cual recibe también la denominación de micromecenazgo. Sin embargo, su demostrado éxito para desarrollar todo tipo de iniciativas está abriendo la puerta a aquellas empresas con pocos recursos y 'startups', que a cambio de dar participaciones, están dispuestas a recurrir a este sistema.

Como ya apuntara un artículo de marzo de este año de la revista ‘Time’, “el capital riesgo está dejando de ser dominio exclusivo de los ricos en EEUU”, después de que la Cámara Baja levantara las restricciones que pesaban sobre los inversores particulares.

Hasta ahora, en un intento por proteger a los ciudadanos medios del fraude, las ‘startups’ no podían levantar fondos valiéndose de Internet o los medios de comunicación ni podían aceptar aportaciones de inversores no acreditados (aquellos con unos ingresos anuales de menos de 200.000 dólares). Pero la nueva norma permite a estas incipientes empresas recurrir a plataformas de financiación colectiva, donde podrán conseguir hasta un máximo de 1 millón de dólares, 10.000 dólares por cada particular.

Sin duda, este cambio legislativo puede suponer el espaldarazo final a una tendencia que no ha dejado de crecer en los últimos años. Y es que, a falta de crédito bancario, buenas son las aportaciones particulares.

Una historia de éxito

"La financiación colectiva acumuló 1.500 millones de dólares en todo el mundo en 2011, destinados a más de un millón de proyectos"

De las muchas iniciativas que recurren al 'crowdfunding' en todo el mundo, la tasa de éxito oscila entre el 60-70%. Uno de los últimos proyectos que ha visto la luz gracias a este sistema ha sido el tercer álbum de estudio de la cantante malagueña María Villalón, 'Historias de una cantonta'. 

Según ha relatado a Vozpópuli la que fuera ganadora de la primera edición de 'Factor X' en 2007, gracias al proceso de financiación colectiva que organizó este verano, consiguió los 15.000 euros que necesitaba para lanzar su disco. "Gracias a la financiación colectiva he conseguido que mi carrera musical pueda seguir adelante sin depender de una discográfica", relata de camino a un concierto en Valencia.

"El proceso es exigente y require mucho trabajo, pero tal y como está el panorama musical, es de esperar que este modelo siga sumando adeptos", concluye.

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