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¿Independencia de Cataluña? Los grandes bancos de inversión apuestan que no

Cataluña

Aunque la participación masiva de decenas de miles de ciudadanos en la manifestación de la Diada ha propiciado imágenes potentes de la fuerza de los partidos independentistas en Cataluña, los grandes bancos de inversión internacionales no contemplan en sus informes la posibilidad de la secesión. Como mucho, consideran que hasta la celebración de las próximas elecciones generales se puede mantener la tensión, pero estiman que lo más probable es que surja un gobierno central sin mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados y, por tanto, más propenso al diálogo.

Credit Suisse, uno de los principales bancos suizos, aseguraba esta misma semana que el “ruido independentista” se podría incrementar hasta la fecha clave del 27 de septiembre, pero descarta que haya riesgo de una declaración de independencia durante los dos próximos años. “Aunque los partidos independentistas ganen, que es probable”, señala la entidad, “la independencia no vendrá próximamente”.

De la misma opinión es JP Morgan, uno de los bancos de inversión norteamericanos con más peso globalmente, quien no tiene dudas de que Cataluña seguirá formando parte de España incluso en el escenario “más dramático”.

El gobierno de coalición que probablemente puede surgir tras los comicios generales podría servir para “suavizar el tono y empezar un diálogo más constructivo” según JP Morgan.

La justificación de que el proceso propiciado por las fuerzas agrupadas en 'Juntos por el sí' no conllevará una declaración unilateral de independencia la encuentran estos bancos en el hecho de que no lograrán una mayoría aplastante de votos y que esperarán el resultado de las elecciones generales de diciembre. Si en esta cita electoral se produjera un cambio de gobierno, bien porque el PP deba terminar pactando con otras formaciones, bien porque se imponga un nuevo color en La Moncloa, el nuevo equipo sería más sensible a dialogar sobre un cambio de modelo fiscal, verdadero 'leit motiv' de las reivindicaciones independentistas catalanas.

Para JP Morgan el “proceso de reconciliación” llevaría tiempo pero el gobierno de coalición que probablemente puede surgir tras los comicios generales podría servir para “suavizar el tono y empezar un diálogo más constructivo”, aunque subraya su temor sobre si “las reclamaciones de los partidos independentistas catalanes serán realmente seguidas por acciones de ruptura”.

Hay que tener en cuenta que la opinión emitida en los documentos de los bancos de inversión suele ayudar a moldear las decisiones de numerosos inversores institucionales de todo el mundo, que siguen las directrices de estas entidades para confirmar o aminorar sus temores ante acontecimientos relevantes. Esta es la razón por la que, aunque la prima de riesgo española ha remontado hasta los 146 puntos esta semana y el diferencial de la deuda española respecto a la italiana (que se percibe más estable) ha subido 27 puntos básicos, se mantiene cierta calma.

De hecho, las agencias de calificación crediticia, cuyas notas sí que marcan una pauta para los inversores, no han mostrado especial interés en subrayar el impacto de las elecciones catalanas y el proceso independentista en sus informes. Moody's, por ejemplo, asegura que “la probabilidad de que Cataluña se separe del resto de España es baja”. Y en tanto las perspectivas de la economía española son buenas, las de Cataluña también lo son, teniendo en cuenta las transferencias de dinero que reciben las autonomías a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y el interés del gobierno central para evitar un impago de la deuda catalana por el daño reputacional que ocasionaría al resto del país.

“Creemos que casi todo se relajará si el Gobierno de Madrid negocia que Cataluña tenga más autonomía fiscal”, según Credit Suisse.

Nuevo modelo fiscal

Desde hace años los informes de la banca de inversión vienen advirtiendo de que un proceso de secesión, aparte de ilegal, no conllevaría una mejora económica de los catalanes, pero sí reconocen que de todo este proceso terminará saliendo un nuevo modelo fiscal, acorde con las verdaderas reivindicaciones de los nacionalistas catalanes.

“Creemos que casi todo se relajará si el Gobierno de Madrid negocia que Cataluña tenga más autonomía fiscal”, señala el documento de Credti Suisse, mientras que JP Morgan no tiene dudas de que Cataluña seguirá formando parte de España pero con mayor autonomía política y fiscal.

“Tras las elecciones generales, es probable que se abran negociaciones entre el gobierno español y los separatistas catalanes, siempre que no haya un voto en Cataluña que les otorgue un mandato más fuerte de lo esperado. Estas conversaciones se centrarán probablemente en un aumento de la autonomía en Cataluña, en particular sobre el sistema regional de financiación, lo que debería aliviar las preocupaciones sobre una ruptura de España”, destaca Barclays en su análisis de la situación.

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