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Economía

Marco Aldany mantiene un tercio de sus peluquerías cerradas por la crisis del coronavirus

Un local de Marco Aldany

Marco Aldany, una de las compañías más relevantes en el sector de las peluquerías en España, todavía no ha levantado la persiana a todos sus locales. En concreto, mantiene cerrados unos 70 de los casi 300 centros con los que cuenta en el país, puesto que, según explican desde la cadena, la demanda todavía no se ha recuperado.

"La peluquería se ve afectadísima por la situación, no deja de ser retail. Se estima que, al cierre de septiembre, la caída del negocio era de un 40% respecto al mismo periodo del año anterior. Esto es tremendo y está provocando que en el sector de la peluquería, formado por pequeñas empresas y muy fragmentado, se estén dando muchos cierres", explica uno de los fundadores de Marco Aldany, Alejandro Fernández, en conversación con Vozpópuli.

Aunque Fernández reconoce que su compañía tiene "algo de ventaja por ser una gran marca", no niega que la pandemia está haciendo mella en su negocio, con muchos locales ubicados en centros comerciales en los que no solo han caído las visitas, sino que muchos de ellos se encuentran cerrados.

Formado en su mayoría por franquiciados, Marco Aldany se encuentra ahora mismo en un "proceso de negociación con los caseros" de los locales que mantiene cerrados, con el objetivo de adecuar el pago del alquiler a la situación. "Echo en falta que los alquileres se regularan, hay una heterogeneidad absoluta. Te encuentras caseros que entienden que tienen una posición de fuerza, y que si no pagas te desahucian y prefieren que te vayas. Intentamos hacer ver que si no hay acuerdos irán llegando sentencias", apunta Fernández, que hace referencia a la cláusula rebus sic stantibus, con la que algunos jueces ya están blindando a los inquilinos

No obstante, de momento en Marco Aldany no quieren hablar de cierres definitivos. "Si no conseguimos negociar, nos planteamos reubicaciones. Ahora hay muchos locales libres, nuestra intención es seguir en todos los lugares donde hemos conseguido estar", asegura Fernández. Con unos 2.000 empleados, la cadena se sujeta todavía con los ERTE, que aplica no solo a la plantilla de los salones cerrados, sino en las peluquerías que están abiertas y donde "el trabajo es muy inferior".

¿Reducir el IVA?

Pese a que el último trimestre del año suele ser de "mucho trabajo" para las peluquerías, en el sector asumen ya que el aumento de contagios por coronavirus y las mayores restricciones en diferentes comunidades también penalizarán la facturación de estos meses.

Así las cosas, las peluquerías se afanan ahora en solicitar al Gobierno una rebaja del IVA al 10%, por lo que el pasado jueves pusieron en marcha una iniciativa para recoger firmas con este objetivo. "La situación es injusta. A efectos de IVA, no se consideran servicios de primera necesidad", argumenta Fernández, que recuerda que en el confinamiento las peluquerías fueron consideradas servicio esencial.

En un comunicado, los profesionales del sector explican que desde el comienzo de la pandemia han desaparecido 10.464 peluquerías y salones de estética de los 48.000 existentes.

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