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Macroeconomía

La subida del IVA de la luz en marzo provocará un rebote en la inflación de tres décimas

La bajada de los precios de la electricidad hará decaer la rebaja del IVA en marzo, lo que contrarrestará el efecto positivo del abaratamiento en la inflación

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Vista de una torre de alta tensión en Madrid (España). Europa Press

Ya es oficial. En marzo los hogares volverán a pagar un 21% de IVA en su factura de la luz, tras más de dos años de rebajas fiscales para contrarrestar la subida de precios. La decisión tendrá un efecto negativo en la inflación, elevándola automáticamente en alrededor de tres décimas. Contrarrestará así el impacto positivo que tendrá en el Índice de Precios de Consumo (IPC) el abaratamiento que está experimentando actualmente la electricidad.

"El incremento del IVA de la electricidad desde el 10% hasta el 21% hará que la tasa de inflación general de marzo sea 0,3 puntos mayor de lo que sería si se mantuviese el IVA sin cambios. En el componente concreto de la electricidad la tasa de inflación podría ser 10 puntos superior", calcula Mª Jesús Fernández, economista senior de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

"Nosotros teníamos una previsión de inflación del 2,8% en febrero y del 2,9% en marzo, pero eso era suponiendo que la variación del precio de la electricidad en febrero era del 0%, porque cuando hicimos esas previsiones la electricidad estaba cayendo muy poco", explica la economista. "Al final la caída de precio en febrero puede rondar el 10%, con lo que la previsión de inflación del 2,8% de febrero se quedaría en el 2,5% y la de marzo, igual", añade.

Sin embargo, al elevarse el impuesto al 21% en marzo, la tasa de inflación se elevaría automáticamente al 2,8%. Es decir, que "sea cual sea la tasa de inflación de marzo, si se sube el IVA de la electricidad, será 0,3 puntos mayor de lo que sería sin subirlo", concluye Fernández, aunque la fuerte bajada del precio de la electricidad en febrero compensaría el aumento impositivo y al final dejaría la tasa prácticamente como Funcas preveía en inicio.

Al 21% tras más de dos años rebajado

El Gobierno aprobó la rebaja del IVA de la luz del 21% al 10% a finales de junio de 2021, cuando los precios energéticos empezaron a elevar la inflación en España como consecuencia de la guerra en Ucrania. Esa rebaja se amplió más tarde al 5%, y así se mantuvo hasta enero de este año, cuando el Gobierno decidió elevarlo parcialmente, al 10% nuevamente.

Sin embargo, la decisión de mantener el IVA de la luz rebajado al 10% hasta diciembre de este año se condicionó a que el precio del megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista se situara por encima de 45 euros. A falta de un día para terminar este mes, la media del precio mayorista de la electricidad para febrero se situaba este martes en 41,25 euros/MWh, evidenciando el regreso del impuesto al 21%.

Los cálculos del sector eléctrico apuntan a que el impacto de incrementar el IVA del 10% al 21% acarreará un incremento del 15% en una factura media anual de un cliente tipo, pasando de 467 euros a 539 euros anuales. Es decir, se pagarán 72 euros más al año. Además, para los consumidores autónomos, el ajuste generará también incertidumbre a la hora de liquidar trimestralmente su IVA.

El IVA de la luz aleja la inflación del 2%

En definitiva, la subida del IVA de la luz volverá a hacer crecer la inflación, que previsiblemente bajará del 3,4% al 2,5% en febrero por la bajada en el precio de la electricidad. Este rebote alejará la inflación de España del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE) y al que aspiran todos los Estados miembros este año.

La retirada de las medidas fiscales de apoyo juegan en contra de esa reducción de la inflación. Ya se vio en enero, cuando el Gobierno elevó el impuesto de valor agregado (reducido en ese momento al 5%) al 10%. Como consecuencia, los productos energéticos fueron los que más elevaron su tasa, desde un -6,4% hasta un -2,3%, y la inflación sorprendió al alza, con una tasa del 3,4%.

Lo mismo ocurrirá más adelante cuando se recupere totalmente el IVA en el gas y en los alimentos, estos últimos con un peso importante en el IPC y ahora con un protagonismo en la tasa de inflación. Los precios del supermercado siguen presionando al alza, con 28 meses consecutivos de subidas en el IPC, pese a que los productos básicos cuentan con rebajas impositivas.

Según la oficina estadística europea, Eurostat, España es junto a Malta el único país de toda la Unión Europea que no ha registrado ni un descenso mensual en el IPC de los alimentos durante toda la crisis inflacionista, que empezó a afectar al supermercado en octubre de 2021. En todo caso, se espera que esto se produzca tarde o temprano, especialmente si se mantiene el IVA reducido, de momento hasta junio.

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