Los gigantes de las licencias de Cabify y Uber preparan ERTES por el coronavirus

Los grupos de licencias VTC (Vehículos de Transporte con Conductor) Ares y Auro preparan ERTEs (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) entre sus trabajadores por el impacto del coronavirus, según ha podido saber Vozpópuli. Se trata de las dos empresa con más número de licencias para operar coches a través de las plataformas Cabify y Uber.

Este diario ha podido confirmar que ambas empresas realizarán despidos temporales en los próximos días entre sus conductores y personal de oficina, aunque de momento no se tienen detalles sobre la cifra exacta de empleos que se verán afectados. El coronavirus está afectando a su negocio tras el decreto del Gobierno que prohíbe los libres movimientos de los ciudadanos en la calle salvo por motivos de extrema necesidad.

Ares Capital, con numerosas filiales en las que distribuye sus vehículos VTC como Moove Cars, mantiene alianzas con Uber y cuenta entre sus accionistas con el fondo de inversión estadounidense King Street Capital Management.

Por su parte, Grupo Auro es el mayor socio de Cabify en España y el segundo con más licencias en España. Opera en Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga. Está liderado por el antiguo jefe del taxi José Antonio Parrondo y los ex fundadores de Tuenti Zaryn Dentzel, Félix Ruiz y Hugo Arévalo.

"Hoy hemos ido a la central a depositar el efectivo facturado estos días. Se ha pedido a los empleados que tengan garaje probado que dejen el coche en sus plazas. Quienes no tienen pueden dejarlo en las instalaciones de la sede de la compañía en Madrid", explica un trabajador a este medio.

No saben por cuánto tiempo

Aún no saben el tiempo que deberán permanecer sin dar servicio, si bien todo dependerá de la evolución de la enfermedad y de la duración de las restricciones de los ciudadanos para salir a la calle.

El periodo de cuarentena restringe las salidas de los ciudadanos españoles a la calle, lo que tiene un impacto directo en el transporte. Sólo en el día de hoy Metro de Madrid ha sufrido un descenso del 75% en los trayectos.