Publicado: 30/03/2023 04:45
Actualizado: 30/03/2023 04:50
Como con la Superliga y las famosas 'palancas', Joan Laporta ha vuelto a acudir a Florentino Pérez. Esta vez, para intentar abaratar la financiación de la reforma del Camp Nou, el proyecto más importante para el Barça en lo que va de siglo.
De acuerdo a las fuentes consultadas, el 'president' ha buscado soluciones en Key Capital, la firma de inversión de cabecera del mandamás merengue y con expertise en la financiación de estadios junto a bancos como JP Morgan y Bank of America, para trazar un plan de financiación alternativo cuando no complementario al encabezado por Goldman Sachs.
Los objetivos primordiales son reducir los compromisos a corto plazo -hasta 500-600 millones potencialmente refinanciables en 2032- y rebajar el interés de referencia-. Se ha buscado abaratar la tasa de interés de un inviable 10% de referencia global para los 1.500 millones como el que han llegado a demandar los inversores estadounidenses ante la volatilidad financiera y el caso Negreira al 6% repartiendo la deuda lo máximo posible. Un objetivo complejo que pende del acuerdo con distintas entidades financieras en torno a la estructura de pagos.
Laporta y las vías para financiar el nuevo Camp Nou
La principal vía que ha tanteado el Barça ha sido la de dividir la financiación en tres tramos de 500 millones. Bajo esta estructura, en el primer tramo, el club debería devolver los 500 millones entre 2027 y 2045. En otro, los 500 millones se cancelarían en 2032 con otro préstamo de 525 millones al 6% a devolver antes de 2057. Y el tercero, de otros 500 millones, solo devengaría intereses hasta 2045. A partir de entonces, el principal debería amortizarse en un plazo de siete años.
Esta estructura es la preferida por el Barça pero no ha tenido el mayor éxito entre los inversores, lo que ha llevado al club a jugar con una alternativa de riesgo. En esta, los primeros pagos se fijarían para 2028, de 100 millones más otros 200 de deuda bancaria, al tiempo que la suma de devoluciones escalaría hasta los 900 millones antes de 2032. Una cantidad que el club no podría afrontar y que le obligaría a refinanciarse en ese plazo con intereses más elevados, según advirtió la agencia de calificación Kroll. Los 600 millones restantes, bajo esta fórmula, se deberían devolver antes de 2047.
La firma de inversión próxima a Florentino, asesora de la financiación de la reforma del Bernabéu y la Superliga, Key Capital, habría planteado al Barça otra alternativa, intermedia y en principio más asequible a corto plazo
La enorme presión sobre la caja que supondría esta alternativa ha terminado por desatar divisiones en el entorno de Laporta en torno a la reforma. Tanto es así que se ha planteado la alternativa de firmar un préstamo puente ya a corto plazo y/o aplazar el cierre de la operación global otro mes, como incluso contempla el pliego de condiciones con la constructora adjudicataria de las obras, la turca Limak. De hecho, la misma adjudicación está supeditada a la consecución de la financiación, lo que ha dado asidero a una eventual suspensión del proyecto hasta dos años, aún dentro del actual mandato del 'president', como se ha planteado desde allegados al presidente blaugrana.
En paralelo, la firma de inversión próxima a Florentino Pérez, asesora de la financiación de la reforma del Santiago Bernabéu y la Superliga, Key Capital, habría planteado al Barça otra alternativa, intermedia y en principio más asequible a corto plazo. La misma supondría el pago de unos 600 millones antes de 2032, al tiempo que la cantidad restante se diferiría en tres décadas. De acuerdo a las fuentes consultadas, esta vía contaría también con el apoyo de JP Morgan.
En torno al tipo de interés y los plazos de una hipotética refinanciación estriba la negociación que la Junta de Laporta definirá esta semana. Y es que el club tendrá que tomar una decisión en vistas a comunicar a la UEFA donde jugaría una hipotética Copa de Europa la próxima temporada. El traslado a Montjuic con motivo de las obras costaría al Barça cerca de 100 millones la próxima temporada, un roto que se podría duplicar si el club acaba siendo excluido de la Champions por el caso Negreira.
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Del enemigo, el consejo.
El Barca debería olvidarse de todo lo que no sea su horizonte penal.