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Economía

La reanudación del juicio del 'caso Orcel', en duda por los reparos de Santander a la declaración de UBS

Santander sostiene que debe tramitarse una comisión rogatoria para que el presidente de UBS, Axel Weber, y el ejecutivo del banco suizo Mark Shelton, declaren por videoconferencia

Andrea Orcel y Ana Botín en el juicio celebrado en Madrid, el 19 de mayo.

Santander se opone a que Axel Alfred Weber, presidente de UBS, y Mark Shelton, responsable de compensaciones del banco suizo, declaren por videoconferencia en el juicio por el caso Orcel sin que antes se haya tramitado una comisión rogatoria a Suiza.

Que la declaración de los testigos de UBS deba hacerse previa comisión rogatoria implicaría que el juicio por el caso Orcel no podría reanudarse el 17 de junio, y supondría una demora de unos seis meses, estiman expertos en la cuestión.

El juicio por el caso Orcel está previsto que se reanude el próximo jueves, en los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid.

Suiza ya ha permitido la declaración por videoconferencia de los ejecutivos de UBS

Ese día deben declarar como testigos los dos ejecutivos de UBS, prueba solicitada por la defensa de Andrea Orcel, y también el exjefe de Recursos Humanos de Santander, Roberto di Bernardini, y el actual secretario del Consejo de Administración, Jaime Pérez Renovales.

Las autoridades suizas ya han permitido la declaración por videoconferencia el próximo jueves del presidente y el responsable de compensaciones de UBS.

En la primera sesión del juicio, celebrada el pasado 19 de mayo, en la que declaró la presidenta de Santander, Ana Botín, el juez a cargo del proceso, Javier Sánchez Beltrán, del Juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid, expresó su deseo de que los ejecutivos de UBS declararan de forma presencial.

Sin embargo, la pasada semana, el juez Sánchez Beltrán dictó providencia en la que requería a la defensa de Orcel presentar la información que había hecho llegar a las autoridades suizas y las respuestas obtenidas para la declaración por videoconferencia de los ejecutivos de UBS, y dar conocimiento de las mismas a la parte demandada, Santander.

La declaración de los ejecutivos de UBS es clave para aclarar la posición del banco ante el fichaje de Orcel por Santander

Santander ha presentado alegaciones a la providencia del juez, y advierte en las mismas de que la única forma permitida en el Derecho español para la declaración por videoconferencia desde el extranjero debe ser por comisión rogatoria.

El primer banco español sostiene que la causa de la demora debería imputarse a la parte demandante, por no haber solicitado con anterioridad la práctica de la prueba por carta rogatoria. Y defiende que la comisión rogatoria es el mecanismo contemplado en el Convenio de la Haya, compatible con la utilización de la videoconferencia.

Santander dice que la defensa de Orcel está tratando de que la declaración de los ejecutivos de UBS se realice a través de un abogado suizo, que sería designado comisario, lo que, asegura, sería incompatible con el ordenamiento procesal español.

El primer banco español aclara que en ningún momento va a obstaculizar que se practiquen todas las pruebas acordadas incluido el interrogatorio de los testigos de UBS, pero subraya en sus alegaciones que ello impone que se haga por comisión rogatoria.

Declaración clave

La declaración del presidente de UBS y del responsable de compensaciones del banco suizo es clave para aclarar la posición de la entidad ante el fichaje de Andrea Orcel por Santander, y si en algún momento estuvo dispuesto a negociar con el banco español pagar parte de los pagos debidos al banquero italiano.

Andrea Orcel acumuló durante su etapa en UBS el derecho a percibir 53 millones de euros

Santander ha esgrimido como causa fundamental de su decisión de no continuar con el fichaje de Orcel como consejero delegado el elevado precio que supondría su contratación,  al no haber sido posible que UBS aceptara pagar bonus debidos a Orcel.

El banco español anunció el fichaje de Andrea Orcel como consejero delegado el 25 de septiembre de 2018, y el 15 de enero de 2019 informó que no seguía con la contratación. 

En total, Andrea Orcel tenía derecho a percibir 53 millones de euros de UBS, por los pagos debidos acumulados en la entidad durante su etapa como ejecutivo, una fórmula similar a la de la gran banca española y las pensiones que van sumando sus ejecutivos mientras permanecen en el cargo.

El fichaje por Santander suponía en principio que Orcel perdía su derecho a recibir dicha compensación de UBS, y que tendría que ser el banco español quien asumiera ese pago. Santander sostiene que el italiano se comprometió a hacer todo lo posible porque UBS accediera a aportar parte de la cantidad debida.

Botín dijo que UBS no había trasladado su intención de no abonar el diferido de Orcel hasta noviembre de 2018

El mes pasado, en su declaración como testigo ante el juez, Ana Botín dijo que UBS no trasladó al banco español su intención de no abonar nada del diferido que Orcel perdía al dejar el banco suizo y fichar por Santander hasta noviembre de 2018 de forma oficial.

Sin embargo, Dominik von Arx, portavoz de UBS, declaró en enero de 2019, en una información publicada por The New York Times que la entidad había aplicado "las reglas del plan de compensación relevantes en tales casos y las hizo transparentes para todas las partes antes de que se tomara cualquier decisión".

En relación con esas declaraciones en The New York Times, UBS publicó un mensaje en Twitter aclarando que había comunicado sin ninguna ambigüedad antes de que se anunciara el fichaje de Orcel por Santander que "aplicaría su normativa sobre compensaciones", y que esta era una decisión "no negociable y que no negociamos".

Como ha publicado Vozpópuli, Andrea Orcel ha cobrado ya 23 millones de euros que tenía pendientes de pago en UBS -al no haber trabajado finalmente para Santander- y dejará de percibir otros 30 millones del banco suizo por su incorporación a Unicredit como consejero delegado.

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