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Economía

IU ve "tardío" el calendario de Sánchez y cree que los PGE podrían aprobarse en septiembre

Carlos Sánchez Mato (IU)

A los socios del Gobierno no les gusta el calendario que está planteando el presidente, Pedro Sánchez, para aprobar los Presupuestos. El responsable de Políticas Económicas de Izquierda Unida que participa en las negociaciones con el Ejecutivo, Carlos Sánchez-Mato, ha sido el primero en posicionarse tras conocer que ele equipo de Sánchez quiere presentar los Presupuestos en noviembre y tenerlos aprobados para el primer trimestre del año. 

"No lo veo inviable, lo veo tardío", ha señalado Sánchez Mato en una conversación con los medios en el Congreso de los Diputados, tras asegurar que los ciudadanos de este país necesitan que se reviertan cuanto antes los "hachazos" que acometió el PP durante las dos últimas legislaturas. "No caben maniobras dilatorias sea cual sea el objetivo", ha añadido.

A pesar de las diferencias que existen en cuanto al calendario, el miembro de IU ha asegurado que las negociaciones avanzan a buen ritmo desde que el Gobierno se dio cuenta de su minoría parlamentaria tras el rechazo a los objetivos de estabilidad y el techo de gasto en el Congreso.  A su parecer, el rechazo de la Cámara hizo a Sánchez coger conciencia de que tiene que mirar a la izquierda de la Cámara.

IU cree que hay margen para poder llevar las cuentas al Congreso en septiembre y que entren en vigor el 1 de enero

Precisamente por eso, por lo bien que avanzan las negociaciones, hay margen para poder aprobar los Presupuestos en el último Consejo de Ministros del mes de septiembre y aprobarlo, tras su paso por el Congreso y el Senado, para que entre en vigor el 1 de enero. Pero por alguna razón, el Gobierno no quiere asumir ese calendario. 

Eso sí, ha avisado al Ejecutivo de que no vale de mucho acordar las políticas de gasto si después el Gobierno no se atreve a eliminar los privilegios fiscales de algunos colectivos para poder financiar esas políticas. Sánchez Mato se refería así a las declaraciones del presidente de esta mañana, cuando ha dejado caer que ya no trabaja en el impuesto a la banca y solo en el que gravará las transacciones financieras.

Reforma fiscal

"Hay contribuyentes que no han contribuido durante estos años a la financiación de las políticas públicas y esa situación tiene que cambiar ya por justicia fiscal y por la necesidad de sufragar prácticas sociales", ha dicho. Aunque ha reconocido que el Gobierno no está muy por la labor de crear nuevas figuras tributarias, ha recordado que hay muchas vías para conseguir que la banca, "que se ha ido de rositas en esta década", pague más impuestos.  

También ha habido avances en materia de IRPF y en fiscalidad verde, aunque el objetivo de subir los impuestos verdes no es otro reducir el uso de algunos bienes y productos. En cualquier caso, ha dejado claro que España necesita una reforma fiscal completa para devolver la progresividad perdida al sistema fiscal y hacer que cada uno pague en función de lo que tiene.

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