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Economía

Los hogares con más renta: con estudios, trabajadores autónomos y de 55 a 64 años

Los hogares con estudios, trabajadores autónomos y de entre 55 y 64 años son los que tienen más renta

Los hogares en los que el cabeza de familia tiene estudios, trabaja por cuenta propia o tiene una franja de edad entre 55 y 64 años son los que disfrutan de rentas medias más altas, según los datos divulgados este jueves por el Banco de España en su Encuesta Financiera de las Familias de 2017.

Esta estadística, que se publica cada tres años desde 2002, recoge que gracias a la recuperación económica que vivió España entre 2014 y 2017, la renta media de los hogares españoles -en la que se incluyen los salarios y también las rentas no laborales de todos los miembros de la familia- creció un 11,5%, hasta situarse en 34.900 euros.

Este incremento de las rentas se produjo en especial en los hogares cuyos miembros tienen entre 55 y 64 años (los mayores de esa edad, pensionistas, viven un descenso en su renta), los que tienen mayor nivel de estudios ("siendo sustancialmente mayores para los hogares cuyo cabeza de familia posee estudios universitarios"), y los hogares en los que el cabeza de familia es autónomo.

El nivel de renta media en España se recuperó en el periodo hasta alcanzar los niveles de 2010. Los hogares más jóvenes, sin embargo, seguían a finales de 2016 con un nivel de renta un 18% inferior al que habían tenido en el año 2010.

Los de 65-74 años con estudios, los más ricos

En cuanto a la riqueza neta de las familias (el valor total de los activos que tienen menos las deudas) cerró 2017 con una media de 253.900 euros, lo que supone un incremento respecto al nivel de 250.800 del periodo anterior, y alcanzó el máximo para los hogares con cabeza de familia de entre 65 y 74 años.

"La riqueza crece con el nivel educativo y es sustancialmente mayor para los hogares cuyo cabeza de familia es empleado por cuenta propia. Asimismo, la riqueza neta aumenta a medida que lo hace la renta, lo cual refleja tanto la mayor disponibilidad de recursos entre los hogares con rentas altas como diferencias en su tasa de ahorro, en la composición y el rendimiento de sus carteras de activos", explica el supervisor en su informe.

La vivienda habitual representa un 43,3% del total de los activos de las familias

Por tipos de activo, la vivienda sigue siendo el más importante de las familias, ya que representa el 54,2% del valor de los activos reales para el conjunto de los hogares y un 43,3% del valor de los activos totales (incluyendo los financieros, como el dinero en la cuenta bancaria).

A continuación, los dos activos con más peso con los que constituyen otras propiedades inmobiliarias (por ejemplo, segunda vivienda, garajes, etc.), que representan un 35,3% de los activos reales y un 28,3% de los totales.

El total de familias que tiene algún activo bajó desde un 86,5% a cierre de 2014 a un 84,6% a cierre de 2018. Esta tendencia "se dio de forma más destacada para los hogares cuyo cabeza de familia tenía entre 45 y 54 años y para los hogares de los deciles inferiores de la distribución de la renta y riqueza".

4.500 euros disponibles en la cuenta

En cuanto al dinero disponible en la cuenta bancaria, un 93,8% de las familias tiene una cuenta bancaria para realizar pagos y el dinero que tienen de media en la cuenta es de 4.500 euros a cierre de 2017, frente al saldo de 3.100 euros que tenían de media en 2014.

La mejora en la renta y riqueza permitió que entre 2014 y 2017 la deuda total de los hogares respecto a sus activos bajara 0,8 puntos, de representar un 12,6% en 2014 a un 11,7% en 2017. La mayor parte de la deuda son hipotecas para vivienda principal (63,7%, 4,5 puntos menos de peso que en 2014), así como deuda para comprar otras propiedades inmobiliarias y otras deudas pendientes.

A finales de 2017 un 53,2% de los hogares tenía alguna deuda con un importe pendiente mediano de 35.000 euros.

Radiografía de la economía española entre 2014 y 2017

La institución que dirige Pablo Hernández de Cos dibuja una radiografía de cómo mejoró la economía española entre 2014 y 2017.

La tasa de paro, por ejemplo, se redujo desde el 23,7% a finales de 2014 al 16,5% a finales de 2017. "A pesar de esta mejoría, la cifra de parados se mantuvo lejos del nivel promedio del área del euro (8,6%)" y "el desempleo de larga duración se situó en el 50,4% a finales de 2017, tras una caída de más de 10 puntos en los tres años anteriores, pero su incidencia se mantuvo sustancialmente más elevada en determinados colectivos, como el de menor nivel de formación (56,3%) y el de los mayores de 55 años (70%)".

Fue determinante en la mejora la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE) y el descenso acumulado de los tipos de interés, que redujo los costes de financiación para las familias y fomentó el consumo.

El precio de la vivienda cayó un 44,3% desde mediados de 2007 y corrigió buena parte del aumento que se produjo durante la burbuja inmobiliaria, recuperando la situación patrimonial inmobiliaria de las familias.

La población volvió a crecer en el periodo 2016-2018, fruto del aumento de extranjeros que compensó el descenso de población de nacionalidad española. "El número neto de empadronados extranjeros aumentó en 406.000 personas entre principios de 2016 y finales de 2018, y pasó a ser de 5 millones de habitantes, lo que equivale a 10,7% del total de residentes".

El número de hogares aumentó un 0,9% entre finales de 2014 y finales de 2017, muy por debajo del 2% registrado en el periodo 2011-2014 y, sobre todo, del aumento del 4,6% del periodo 2008-2011. Aumentó el número de hogares unipersonales, que a cierre de 2017 suponían un 25,5% del total.

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