Publicado: 12/09/2023 12:41
Actualizado: 12/09/2023 13:07
Los hogares llevan ya dos años sufriendo una inflación elevada, pero en estos días hay dos productos básicos que hacen más mella en los bolsillos: el litro de combustible y el de aceite de oliva. Sólo en el último mes de agosto los precios de ambos se dispararon casi un 9%.
Cualquiera que acuda al supermercado observará que el litro de aceite de oliva ya se vende a 10 euros. El precio ha subido un 8,7% en el último mes y se ha duplicado desde abril de 2021, tal y como refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE) a través de su Índice de Precios de Consumo (IPC).
El precio del aceite de oliva ya experimentó un fuerte subida antes de la pandemia. Entre 2015 y 2018 subió un 36%, pero durante los años sucesivos -y hasta 2021- volvió a bajar a los niveles anteriores, de 2014. Después de los dos últimos años, ahora está un 54% por encima de aquellos niveles máximos de 2018.
En las gasolineras, el litro de gasoil y diésel está ya a 1,73 y 1,62 euros, respectivamente, según el último boletín petrolero de la Unión Europea, que se actualiza semanalmente. El INE ya lo refleja en su índice, con una subida anual del 1,5% en agosto, tras cinco meses con tasas negativas. Entre agosto y julio, la gasolina y el diésel subieron un 8,5%, y un 8,6%, respectivamente.
El alza en el precio de los carburantes ha avivado la inflación en España. En agosto se situó en el 2,6%. En términos mensuales, los precios repuntaron cinco décimas. La inflación subyacente (menos volátil al excluir los precios de la energía y de los alimentos frescos) descendió una décima, hasta el 6,1%. Respecto al mes anterior, repuntó un 0,3%, lo que indica que las presiones se mantienen.
Varios servicios de estudios coinciden en que la tasa de inflación será superior al nivel de estabilidad de precios que marca el Banco Central Europeo (BCE), del 2%, hasta finales de 2024. Esto se debe, por un lado, a los efectos base (los precios de la energía iniciaron su descenso tras el verano de 2022 y ahora se comparará el IPC actual con el de entonces); y, por otro, a la inercia alcista que mantienen los precios.
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La próxima vez votas a alguien que genere riqueza y no entelequias con las que no se come. Ahora a cocinar con aceite de girasol. Mientras siga existiendo en el lineal.
La botella de 1 litro de aceite de oliva cuesta, hoy en día en el supermercado, el doble de lo que costaba en agosto de 2022. Supuestamente, los supermercados han bajado el IVA del artículo pero, el aumento del precio ha engullido esa supuesta bajada del IVA y, además, se ha multiplicado por dos. ¡Raro, raro, raro...! Lo cierto es que los supermercados se han liberado de pagar el IVA que pagaban... y les ha venido de perlas. ¿Comprueba alguien que en el precio de venta al público el IVA ahora es menor? Podría suceder que los únicos beneficiados de las medidas del Gobierno fueran los supermercados...