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Economía

ENTREVISTA

Luis Garicano: "No tiene sentido imponer reglas fiscales que no se pueden cumplir"

El economista y eurodiputado de Ciudadanos defiende implantar nuevas "reglas de gasto contracíclico" para fomentar el ahorro en periodos expansivos que sirvan de escudo frente a las crisis

Luis Garicano no perdió la oportunidad de explicarle a Emmanuel Macron por qué es inevitable renovar las reglas fiscales en la Unión Europea. Y de proponerle las herramientas que los países comunitarios tienen al alcance para promover un nuevo marco. Lo hizo el pasado miércoles en el Parlamento de Estrasburgo. En una sesión protagonizada por el mandatario francés, que asume este semestre la presidencia europea, el eurodiputado de Ciudadanos y vicepresidente de Renew Europe expuso la necesidad de crear un "Fondo de Inversión Climática que ofrezca nuevos préstamos y subvenciones a los Estados que cumplan las reglas de gasto contracíclico". Ese vehículo iría acompañado, plantea Garicano, de "una Agencia Fiscal Europea, que asegure que los países que hayan cumplido con esas reglas de gasto contracíclico obtengan más apoyo".

P: ¿El cambio de las reglas fiscales es ineludible?

R: Necesitamos reformar las reglas fiscales porque no han logrado cumplir ninguno de sus dos objetivos. En primer lugar, no han garantizado la disciplina fiscal a largo plazo; de hecho, los países las han incumplido una de cada dos veces. Además, no han facilitado una política fiscal contracíclica, es decir, que fomente el ahorro en los tiempos buenos y el gasto en las épocas de vacas flacas.

P: ¿Pero el debate puede esperar? La economía europea sigue bajos los efectos de la pandemia...

R: Esta realidad es evidente desde hace años, pero con la pandemia la reforma se ha vuelto más urgente. Las reglas fiscales están suspendidas desde el inicio de la Covid porque los Estados necesitaban gastar más, pero está previsto que se vuelvan a aplicar en 2023. Sin embargo, es evidente que no podemos volver a las reglas fiscales anteriores a la pandemia. Actualmente, muchos Estados tienen niveles de deuda pública muy superiores al umbral del 60% que marcan las reglas fiscales. Grecia, Italia, Portugal y España tienen más del doble de ese límite. Por lo tanto, no tiene sentido fijar un objetivo que no se va a poder cumplir.

El eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano
El eurodiputado de Ciudadanos Luis GaricanoCiudadanos

P: El canciller Scholz ha advertido esta semana en Madrid de la necesidad de regresar a las obligaciones fiscales. ¿Hay riesgo de que el debate se polarice en torno a dos bloques?

R: Históricamente, este debate ha estado muy polarizado entre los Estados, pero hay más consenso de lo que se piensa. Los ministros de finanzas de los llamados 'países frugales' reconocieron en septiembre que el marco actual tiene que simplificarse y hacerse más transparente y consistente. Esta es también la posición que ha acordado el Gobierno de socialistas, verdes y liberales en Alemania.

Históricamente, este debate ha estado muy polarizado entre los Estados, pero hay más consenso de lo que se piensa

Otro punto donde muchos Estados coinciden es que en la próxima década habrá que invertir más, sobre todo para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones en 2030. En este sentido, Alemania y Países Bajos van a crear importantes fondos de inversión climática.

Por lo tanto, creo que hay una oportunidad política para un acuerdo que consiga que los países se comprometan a tener unas cuentas públicas sostenibles y, al mismo tiempo, que permita acometer inversiones públicas 'verdes'.

P: ¿La flexibilización de las reglas puede llevar a una menor disciplina en el caso de países muy endeudados?

R: Sí, pero lo cierto es que hasta ahora las reglas tampoco han cumplido su objetivo de disciplina fiscal. La clave es cambiar el paradigma y pasar de un modelo de sanciones, que nunca se ha usado, a uno de incentivos.

En concreto, creo que la mejor solución sería que aquellos países que cumplen con las reglas fiscales tengan acceso a un nuevo fondo para financiar la lucha contra el cambio climático. De esta manera, los países buscarían tener unas cuentas públicas sostenibles para recibir fondos para inversiones 'verdes'.

El problema de España es que el Gobierno ha gastado mal durante la pandemia y ha dejado tiradas a pymes y autónomos

P: España no es, precisamente, un ejemplo de disciplina en el gasto...

El problema de España es que el Gobierno ha gastado mal durante la pandemia. Hemos apoyado bien a los trabajadores con los ERTE, con fondos europeos, como en el resto de Europa. Pero el Gobierno ha dejado tiradas a pymes y autónomos, que han recibido menos ayudas directas que en el resto de Europa. En su lugar, ha disparado el gasto estructural a largo plazo y ese no desaparece cuando acabe la pandemia, como por ejemplo la subida de las pensiones. Esto ha aumentado el déficit estructural en un 4%. Por lo tanto, las cuentas de España a largo plazo ya están en una situación delicada.

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