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Economía

Las fusiones bancarias que no salieron y las que llegarán

En las quinielas de los grandes bancos de inversión siguen estando BBVA y Banco Sabadell

BBVA
El presidente de BBVA, Carlos Torres, y el consejero delegado de BBVA, Onur Genç. BBVA

Comienza un nuevo año y la banca de inversión se pone de nuevo a trabajar en el tablero de ajedrez que son las fusiones bancarias. El mapa financiero en España no se ha terminado de consolidar y aún se espera algún que otro movimiento por parte de las grandes entidades de este país. BBVA tiene capital de sobra para realizar otra operación paralela a la de Garanti y Carlos Torres tienen la oportunidad perfecta para demostrar su interés por seguir creciendo en España con otra compra.

El gran objetivo sigue siendo Banco Sabadell, pero la entidad que ahora dirige César González-Bueno está haciendo méritos para seguir la guerra en solitario. Cierto es que su plan estratégico es muy poco ambicioso de cara a los dos próximos años, pero no por ello deja de ser realista. Además, la que ha sido la mayor loza del grupo -TSB- comienza ha dar resultados positivos y parece que el cartel de se vende está ahora más lejos de lo que estaba cuando comenzó el 2021.

Aún así, la banca de inversión sigue viendo con buenos ojos esta operación que se frustró en el pasado por no llegar a un acuerdo en la ecuación de canje y porque el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, se opuso, priorizando crecer en otras regiones como su tierra natal, Turquía.

Banco Santander está llamado a ser uno de los grandes compradores en el corto plazo. Aún está digiriendo la compra del Banco Popular, que le costó un euro. Pero la entidad que preside Ana Botín se ha puesto como fecha límite este mismo año, por lo que no sería raro que en algún momento saque la chequera a pasear, aunque su consejero delegado, José Antonio Álvarez, no para de repetir que en los próximos doce meses el banco no tiene intención de seguir creciendo de manera inorgánica.

Otra operación que está costando su digestión es la fusión entre Unicaja y Liberbank. Existen dos bandos claros dentro de la nueva entidad fusionada y los problemas son cada vez más evidente. Un hecho que no ve con buenos ojos el Banco Central Europeo (BCE) que cada vez da más importancia a la gobernanza de las entidades. La lucha de poder que existe actualmente en el quinto banco español por activos se puede ver como un síntoma de debilidad y una oportunidad de compra para un pez más gordo.

Cabe recordar que el Banco Santander estuvo a punto de comprar la entidad andaluza, pero se le puso por delante la oportunidad de quedarse con el antiguo Banco Pastor, una operación que Botín no pudo rechazar.

Por otro lado, existen bancos satelites, más pequeños, que están haciendo las cosas muy bien y que parece que pueden seguir en solitario por un largo periodo de tiempo. Abanca y Bankinter son dos claros ejemplos de que el tamaño no siempre va acompañado de una buena cuenta de resultados bien equilibrada.

Otras fusiones

Bankinter, después de desprenderse de Línea Directa sigue dando buenos resultados. Los diez años al mando de María Dolores Dancausa han hecho de la entidad naranja uno de los mejores bancos europeos, tal y como quedó demostrado en los últimos test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés). De hecho, sería el único banco de España que podría mantener un nivel de capital CET1 por encima del 10% en un escenario muy adverso.

En los mentideros financieros también se habla, cada vez menos, de la obsesión de Juan Carlos Escotet por adquirir parte o todo el negocio de Banco Sabadell. Esta operación, muy poco probable, sería la que menos espera el mercado pues sería la compra de un banco menor a uno mucho más grande. Y según las fuentes financieras consultadas por Vozpópuli, Josep Oliu no estaría dispuesto a pasar por ese aro.

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