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"Estamos bastante confiados en la evolución política de Europa en 2017"

Roberto Ruiz Scholtes, director de Estrategia de UBS España.

Un año de normalización, pese a la incertidumbre política que se vivirá en Europa con la sucesión de elecciones en varios de los países fuertes de Europa y la expectación sobre las medidas que pueda adoptar el nuevo gobierno de Donald Trump. Es la tesis principal que maneja la banca privada de la firma suiza UBS, que sitúa la renta variable, sobre todo de Estados Unidos, como su principal apuesta, junto a los bonos corporativos, principalmente la deuda europea de alta rentabilidad o high yield y los mercados emergentes.

"2017 va a ser un año marcado claramente por decisiones políticas, sobre todo por las políticas monetarias y fiscales de Estados Unidos. Pero estamos bastante confiados en la evolución de los distintos hitos políticos en Europa. No creemos que ningún partido populista llegue al gobierno en ninguna de las elecciones (Holanda, Francia, Italia o Alemania). Sí que causarán ruido, volatilidad, pero no van a romper la dinámica de fondo de recuperación de los beneficios empresariales”, afirma Roberto Ruiz Scholtes, director de Estrategia de banca privada de UBS España.

Evitar el ruido de los mercados, por tanto, volverá a ser una de las claves para que el inversor pueda mantener una estrategia adecuada, en un momento de “leve reaceleración del PIB global pero de normalización de la inflación”, a juicio de Ruiz Scholtes. “Un buen salto del crecimiento del PIB nominal en las economías desarrolladas, combinado con la salida de recesión de algunos países emergentes, más la recuperación del precio del petróleo y otras materias primas, permitirá que los beneficios empresariales puedan crecer del orden de un 8%, tanto en EEUU como en Europa, e incluso más en los mercados emergentes, y con la posibilidad de que sea superior como consecuencia de la rebaja del Impuesto de Sociedades en EEUU”, explica el directivo de UBS España.

El Partido Republicano de EEUU está dominado por unos ortodoxos fiscales que impedirán que el plan de expansión fiscal de Trump ni de lejos pueda alcanzar ese trillón de dólares que había anunciado".

Las medidas que pueda adoptar el nuevo gobierno de Trump serán, precisamente, uno de los factores clave para evaluar la evolución del crecimiento global. “Estamos convencidos de que acabarán impulsando la economía con políticas fiscales expansivas. Pero hay que tener en cuenta que el Partido Republicano está dominado por unos ortodoxos fiscales que impedirán que el plan de expansión fiscal de Trump ni de lejos pueda alcanzar ese trillón de dólares que había anunciado”, subraya Ruiz Scholtes. Razón por la que, aunque en la banca privada de la entidad suiza esperan una rebaja del Impuesto de Sociedades en EEUU, más otras reducciones de impuestos a las clases medias, advierten de que acabarán implementándose en el año fiscal 2017-18, por lo que quizá “no sean un impulso tan fuerte para la actividad económica, los beneficios empresariales, la inflación y los tipos de interés como está descontando el mercado ahora mismo”.

“La normalización de la política monetaria, en cualquier caso, va a ser muy gradual, muy cauta, y todavía van a prevalecer los tipos de interés reales negativos. Y esto es lo verdaderamente positivo para la actividad económica y empresarial”, destaca Ruiz Scholtes. Este proceso de normalización significa, en la estrategia de UBS, que la Reserva Federal norteamericana subirá los tipos dos cuartos de punto este año y el próximo, sin alcanzar el nivel de la inflación hasta 2019. “Nada ha cambiado con la llegada de Donald Trump al gobierno. El ciclo económico sigue caracterizado por su mediocridad, por sus dificultades para elevar el crecimiento estructural, por los lastres que suponen la reducción del endeudamiento, el envejecimiento de la población y la delicada posición fiscal de los gobiernos”, señala Ruiz Scholtes.

Bolsa, sobre todo de EEUU

Con este panorama, desde la banca privada de UBS aconsejan centrarse en la renta variable, preferentemente de Estados Unidos, y en los sectores de crecimiento estructural a largo plazo, como el farmacéutico y el tecnológico. Respecto a los bancos, prefieren mantener una posición neutral. “La clave del sistema financiero europeo siguen siendo los tipos de interés. La banca está perdiendo mucho margen cada vez que tienen que renovar los bonos de su inmensa cartera de deuda pública cuando les vence. La rentabilidad va a seguir bajo presión, por lo que estamos siendo muy cautos y selectivos”, señala el responsable de Estrategia de UBS España.

En renta fija, la apuesta del banco suizo se centra en bonos corporativos, sobre todo los de alta rentabilidad o high yield europeos, influidos por la estela de compras de activos del BCE, y los bonos de mercados emergentes, tanto los soberanos denominados en dólares como los denominados en divisa local de países con tipos de interés elevados. “Una apuesta de mal menor respecto a la deuda pública son los bonos ligados a la inflación. Las expectativas implícitas de inflación en este tipo de bonos todavía tienen que elevarse algo, por lo que van a generar unas décimas de rentabilidad por encima de los bonos de deuda pública ordinaria”, señala.

No solo la renta fija es un activo que valoran en los mercados emergentes: la renta variable y las divisas también entran en el radar de UBS. “Se notará la salida de la recesión de Brasil y Rusia, la recuperación del precio de las materias primas y, a su vez, el debilitamiento paulatino del dólar, que significará que las divisas de estos países sean más estables. Existe alguna oportunidad de inversión en alguna de sus monedas, con tipos de interés muy altos, como Brasil, Sudáfrica, India o Rusia, que pueden ser un buen complemento para los bonos soberanos emergentes denominados en dólares, con una expectativa de retorno cercana al 5%”.

El riesgo de China

En este entorno de normalización y de crecimiento laxo, “existe un riesgo muy importante a medio plazo, pero que no explotará este año: la burbuja crediticia inmobiliaria en China. Con todas las medidas de enfriamiento del mercado inmobiliario que ya están tomando, tendremos algún momento en 2017 donde sus datos económicos flaqueen algo. Así que tendremos algún episodio de duda sobre la fortaleza de la economía china, que incidirá temporalmente en el precio de las materias primas y sobre los sectores cíclicos. Pero teniendo en cuenta que se celebrará un congreso muy importante del Partido Comunista Chino en otoño, hay muchos incentivos para que mantengan una actividad económica muy potente y no frenar en seco ese ciclo inmobiliario”, subraya Ruiz Scholtes.

En UBS Banca privada recomiendan a sus clientes, además, fijarse en tres macrotendencias “inexorables”, como son el envejecimiento de la población global, el boom de las clases medias en países emergentes y la revolución tecnológica que son, a juicio de la firma, independientes de la evolución de la coyuntura cíclica, la situación política o las decisiones de los bancos centrales. “Existen nichos de negocio expuestos a estas tendencias que van a estar creciendo estructuralmente por encima del PIB. Y esto refuerza nuestras apuestas sectoriales por tecnología y farmacéuticas y pequeños segmentos del sector financieros, del industrial y todo lo relacionado con la robótica”, señala Ruiz Scholtes.

 

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