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¿Ha pasado la época dorada de Carmignac? Sus enemigos se frotan las manos

Algo está ocurriendo en la boutique francesa que hace varios años inició un proceso de internacionalización de su marca. Las cartas de su presidente, Edouard Carmignac, publicadas en forma de anuncio a toda página en los principales diarios del Viejo Continente, llamaron más de una vez la atención de los inversores, al recomendar en alguna ocasión cómo debía comportarse el Banco Central Europeo ante la crisis.

Sus fondos comenzaron a atraer el interés de los inversores españoles, que veían en los productos de Carmignac un reclamo interesante de rentabilidad. Hasta tal punto su nombre empezaba a competir seriamente en el mercado español que hasta el mismo Edouard Carmignac arremetió contra la falsa arquitectura abierta que imperaba en nuestro país a raíz de la decisión de una de las grandes gestoras españolas de un banco de poner en revisión sus fondos.

Y ahora no son pocas las gestoras medianas españolas -alguna también de autor- que tienen varios puntos en común con la francesa, quienes no niegan su satisfacción por lo que está ocurriendo con la firma gala. Hay quien asegura que Carmignac ha sufrido la fiebre del éxito: cuando todos los ojos están pendientes de lo que hacen, con demasiados inversores por contentar y que no permiten una desviación del mercado no justificada.

El fondo de commodities de Carmignac, gestionado hasta hace unos días por David Field, era bien valorado por las casas de análisis más prestigiosas, que valoraban su capacidad de selección de valores en un sector que ha sufrido los vapuleos de la crisis durante los últimos años. Pero la caída del 33% de rentabilidad, debido a una exposición al riesgo superior a la media de los fondos de su categoría, ha provocado que Field haya decidido tomarse un año sabático, según la gestora francesa, que le ha reemplazado por el gestor de Lombard Odier Michael Hulme, que se hará cargo de un patrimonio de 670 millones de euros.

Cambio de rumbo

El fichaje de un nuevo equipo de renta variable ha sido la constatación más clara aún de que en Carmignac se han tomado muy en serio el relanzamiento de sus fondos con este guiño al mercado. Muhammed Yesilhark y su equipo, procedentes de SAC Global Investors, se harán cargo del Carmignac Grande Europe, del Carmignac Euro-Patrimoine y del Carmignac Euro-Entrepreneurs, que suman 1.600 millones de euros en activos bajo gestión.

Los analistas consideraban que los resultados del Carmignac Euro Entrepeneurs y del Carmignac Portfolio Grande Europe habían sido muy flojos en los últimos dos años respecto a sus competidores, lo que no había pasado desapercibido para los responsables de la firma que, en palabras de Edouard Carmignac, aspiran a situarse sus productos de inversión en el primer cuartil.

Los analistas consultados aconsejan, no obstante, mantener la inversión en estos fondos hasta que se pueda realizar una valoración adecuada de los nuevos equipos gestores, que no se demorará más de un mes, y no dejarse llevar por el miedo al cambio. Aunque, inevitablemente, estos fondos pasan a estar en revisión. Los enemigos de Carmignac se frotan las manos, en un mercado tan poco complaciente como el español.

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