Sube la fiebre de las sicavs: ya van 80 en el año, 27 de ellas de Bankinter

Continúa la fiebre de las sicav en España: según datos obtenidos de la CNMV y el registro mercantil, a mediados de mayo, la cifra de creación de nuevas sociedades de inversión, para las que hace falta un capital mínimo de 2,4 millones de euros, alcanzaba las 80, mientras que las bajas en la CNMV eran sólo tres, una de ellas ilustre: la de Sandra Ortega, hija de Amancio Ortega y Rosalía Mera.

Así, el total ronda las 3.100, una cifra que más que duplica la de fondos de inversión, un hecho seguramente inédito en otros mercados. El gran ganador es Bankinter, que ha registrado 23 de un total de 79. Le siguen Credit Suisse con 12 y BBVA con 7. Aún así, Bankinter ha superado ya a BBVA en número de sicavs bajo gestión, según figura en los archivos de la CNMV, con 316 frente a 314. Este era uno de los objetivos que se fijaba la banca privada del grupo, una de las patas estratégicas. Tal como informó Vozpópuli, la entidad acabó 2013 con 288, frente a las 304 del banco que preside Francisco González.

Eso sí, en patrimonio BBVA sigue por encima. Los clientes de banca privada de BBVA tienen más dinero que los de Bankinter. 

Traje de banco privado

Pero el grupo que comanda Pedro Guerrero está luciendo desde hace tiempo un traje de private banking que parece ajustarle a la perfección. La firma se ha aplicado a un proceso de fichajes de banqueros que parece irle bien, aunque le ha costado algún que otro roce con Santander.

El banco naranja aprovechó rápidamente el hueco que le dejó la desaparición de Banif y se ha colocado como banco privado de la clase media alta, con capacidad de crecimiento e incluso con alguna oportunidad en mercado, como Barclays, grupo cuyo perfil de cliente encaja a medida en el de Bankinter.

La consejera delegada, María Dolores Dancausa, no ha escondido en ningún momento que esa pieza es apetecible. Otra cosa será el precio y el coste de integración, pero el target de cliente con cierto patrimonio y capacidad de crecimiento en la propia entidad es más que goloso.