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Economía

Bankia y BBVA rechazan la segunda oferta de Soros por la deuda personal de Esther Koplowitz

Esther Koplowitz,

Nuevo intento fallido de George Soros por convertirse en acreedor personal de Esther Koplowitz, máxima accionista de FCC. El inversor estadounidense ha presentado en los últimos días una segunda oferta a Bankia y BBVA, tenedores de la deuda de la empresaria (valorada en algo más de 1.000 millones de euros), que incluye una quita de entre el 30% y el 32%, algo inferior a la que figuraba en su primera propuesta. Sin embargo, el resultado ha sido el mismo: rechazo sin contemplaciones por parte de la banca.

Hace algunas semanas, Soros, cuya fortuna personal se eleva por encima de los 20.000 millones de euros, entró en el proceso de refinanciación de la deuda de Esther Koplowitz, que lleva meses enquistado debido a los problemas de liquidez que arrastra la empresaria. El inversor realizó entonces una primera propuesta a Bankia y BBVA para quedarse con la deuda de Koplowitz, como adelantó este medio, que fue descartada de plano al incluir una significativa quita del 40%.

Soros se ha apresurado a realizar una segunda oferta toda vez que el tiempo apremia, dado que la banca dio de plazo a la principal accionista de FCC hasta el 31 de julio para cumplir con sus obligaciones de pago, antes de plantearse una ejecución de las garantías, que básicamente consisten en la participación de Koplowitz en el grupo de construcción y servicios, un 50,01% del capital.

No obstante, las negociaciones en este sentido siguen abiertas. Fuentes del mercado aseguraron a Vozpópuli que los bancos no han cerrado la puerta a aceptar una quita en un posible acuerdo con Soros aunque, eso sí, ésta debería ser prácticamente simbólica. Esta quita, que se movería por debajo del 10%, se estructura en función de una serie de variantes que se está negociando dentro del proceso de reestructuración de la deuda. Aspectos como el comportamiento de la acción de FCC o la evolución del nominal de la compañía son algunas de estas variables que se manejan para poder dejar en un volumen simbólico la quita que aceptarían tanto Bankia como BBVA.

Mientras, el multimillonario estadounidense de origen húngaro quiere sacar algo de partido a la operación, aunque en este caso su interés también se centra en rescatar de una complicada situación a Esther Koplowitz.

La crisis del dividendo

Cabe tener en cuenta que no es la primera vez que la empresaria recurre a Soros para allanar cuestiones personales. A finales del pasado año, Koplowitz se vio obligada a vender un 3,8% del capital de FCC para obtener ingresos extra con los que atender los pagos del servicio de la deuda a sus acreedores. Soros adquirió gran parte de ese paquete, por lo que se convirtió en accionista minoritario de la compañía.

Las dificultades de Esther Koplowitz para financiar su endeudamiento comenzaron a finales de 2012, cuando el consejo de administración de FCC decidió suspender el dividendo que tradicionalmente otorgaba a sus accionistas y que la empresaria empleaba para atender sus compromisos con la banca.

Los principales motivos fueron las fuertes pérdidas en que incurrió el grupo aquel año, superiores a los 1.000 millones de euros, que se repitieron corregidas y aumentadas en 2013 como consecuencia del saneamiento que la nueva cúpula la compañía está llevando a cabo para reducir su endeudamiento.

El no disponer de los aproximadamente 80 millones de euros que ingresaba de FCC en concepto de retribución al accionista disparó los problemas de Koplowitz con la banca, que en 2013 solventó con la citada venta de acciones de la constructora.

Sin embargo, el dividendo tardará al menos un par de años en volver a la compañía, lo que hace que la empresaria tenga que buscar nuevas soluciones, aunque Koplowitz no quiere que éstas pasen por perder el control de FCC, hecho que se produciría si vuelve a recurrir a la venta de títulos.

Ampliación en el horizonte

La empresaria ha buscado nuevos accionistas para B 1998, la instrumental a través de la que controla la mayoría de su participación en la constructora y de la que posee un 90%. Koplowitz estaría dispuesta a ceder hasta quedarse con un 51% de la sociedad patrimonial. Sin embargo, los socios no han aparecido, lo que ha abierto la vía del cambio de acreedor que ahora está estudiando.

Si Soros comprara a los bancos la deuda de Esther Koplowitz se abriría un nuevo proceso de negociación de la empresaria con su nuevo acreedor, que le daría más aire para cumplir con sus obligaciones de pago.

Lo que todavía está por ver en este complicado proceso es el papel que representaría Soros con el nuevo escenario que, además, incluirá una más que probable ampliación de capital de FCC con el objetivo de que la compañía refuerce unos fondos propios castigados por el saneamiento que está llevando a cabo el grupo y también que se asegure repagar a los bancos la parte de la deuda que será convertible en acciones en el caso de impago.

Esta hipótesis también dejaría a Esther Koplowitz sin tener la mayoría del capital de la compañía, extremo que quiere evitar a toda costa. La prueba es que Soros es actualmente su principal baza pero no la única

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