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Economía

España se endeuda para pagar todo el gasto público que hace del 9 al 31 de diciembre

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.

Con lo que España ingresa no le da para pagar todos sus gastos. En concreto, a partir del día 9 de diciembre de cada año, al país ya no le quedan fondos para asumir su gasto y debe empezar a pagarlos con cargo a la deuda pública, engordando así el déficit del país (la diferencia negativa entre lo que ingresa y gasta). 

El Instituto de Estudios Económicos (IEE, think tank adscrito a la patronal) ha elaborado un estudio en colaboración con el Insrtitut Économique Molinari, de Francia, sobre el impacto que tiene la deuda pública en el crecimiento y ha determinado que el "Día de la Deuda" en España es el 9 de diciembre, ya que a partir de ese momento todo el gasto público corre con cargo a la deuda. Se trata de un día temprano, ya que sólo hay dos países en Europa en los que este día cae antes: en Chipre es el 24 de noviembre y en Rumanía, el 30.

Contrasta el caso español con el de otros países como Austria, Irlanda, Alemania o Bulgaria, entre otros, que con lo que ingresan pueden asumir el gasto público de todo el año y de parte del mes de enero del siguiente ejercicio.

Iñigo Fernández de Mesa, presidente del IEE, y Gregorio Izquierdo, director general, han señalado que es necesario reducir el nivel de deuda pública y conseguir que los ingresos casen con los gastos. Para ello, apuestan por contener el gasto público en vez de aumentar los ingresos vía impuestos, tal y como propone el Gobierno en funciones. 

"Es necesario acometer una reducción de los elevados niveles de deuda pública existentes en España, a través de la contención del gasto público y sin subida de impuestos", señalan, porque "el efecto multiplicador del aumento de los impuestos es mucho mayor que el de la reducción del gasto". Es decir, las subidas de impuestos afectan mucho más negativamente al crecimiento que una reducción de gastos, señalan.

Subir impuestos resta 0,5% al PIB al año

En concreto, estiman que la contención del gasto tiene un efecto "casi nulo" en el PIB del año en que se aplica y sólo "ligeramente negativo" en el año siguiente. "A partir del segundo año los efectos acumulados son prácticamente nulos", añaden.

Por el contrario, las subidas de impuestos "tienen un efecto negativo algo inferior al -0,5% del PIB en el primer año y acumulado del -2% a los cuatro años". 

Gregorio Izquierdo ha precisado que los impuestos que tienen más impacto negativo en el crecimiento económico son el Impuesto sobre Sociedades y el Impuesto sobre el Patrimonio, mientras que las subidas en impuestos indirectos (como el IVA) son las que tienen menos impacto en el crecimiento del PIB. 

"La deuda pública compromete el crecimiento, tiene una relación negativa a largo plazo con el crecimiento económico y el hecho de que sea a largo plazo y tenga efectos no lineales hace que muchas veces los países minusvaloren la importancia de reducir la deuda", ha apuntado. 

Los expertos han señalado que a partir de cierto nivel de deuda pública (que por consenso se fija en el 90%), ésta repercute negativamente en el crecimiento económico, por lo que piden al Gobierno que oriente sus políticas hacia recortarla, ya que se sitúa en el 97,6% del PIB.

España destina un 6% del PIB al pago de intereses, recuerdan, lo que además supone una injusticia en términos intergeneracionales. "Aplazar el momento de pagar solo supone aplazar el problema", añade.

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