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Economía

El envejecimiento podría restar medio punto al PIB hasta 2033

Imagen de archivo de un pensionista.

España envejece. Hoy nadie duda de eso. De hecho, casi todas las semanas se publica algún informe del riesgo que supone el envejecimiento para las cuentas del maltrecho sistema de pensiones y el temido déficit de la Seguridad Social. Pero nadie habla de los efectos que puede suponer dicho envejecimiento para la economía española. Y es que, aunque parezca mentira, el cambio en la pirámide de población también puede restar crecimiento al país.

Es una de las principales conclusiones del último informe que ha elaborado el servicio de estudios de Caixabank, titulado 'El envejecimiento de la población y su impacto macroeconómico'. En el se explica que el principal factor asociado al envejecimiento que puede lastrar el nivel de producción de una economía es la reducción de la fuerza laboral.

"Si no se producen cambios significativos en las tasas de empleo de la población de mayor edad, un descenso de la población en edad de trabajar reducirá la fuerza laboral agregada y, por ende, el PIB total de la economía", explica. Además, el desahorro de la población en edades más avanzadas puede llegar a superar el ahorro de los que no se han jubilado, lo que puede hacer que el stock de capital de la economía también caiga.

La tasa de crecimiento potencial de la OCDE bajará 0,64 puntos entre 2015 y 2025 por el efecto del envejecimiento

Algunos informes apuntan a que la disminución de la población en edad de trabajar reducirá de manera significativa el crecimiento en los países de la OCDE entre 2015 y 2025. En promedio, se espera una reducción de la tasa de crecimiento potencial de 0,64 puntos. Además, el crecimiento potencial de PIB per cápita se reducirá en 0,25 puntos en la década de 2030. No solo caerá por la disminución de la fuerza laboral, también por la reducción de la productividad laboral asociada al envejecimiento.

¿Qué pasará en España? Teniendo en cuenta la evolución de la población, la caída de la fuerza laboral podría restar 0,4 puntos de aquí a 2033. Eso sí, si entran los flujos migratorios previstos y se producen cambios de comportamiento en cada generación que afectan a las tasas de empleo, la variación de la fuerza laboral podría generar una aportación positiva de 0,4 puntos.

El PIB per cápita, por su parte, podría caer en 0,2 puntos porque la fuerza laboral dismunirá más que el conjunto de la población, aunque los flujos migratorios y la mejora de las tasas de empleo podrían evitar esta caída y hacer que la contribución fuera positiva aunque pequeña (0,1 puntos) y ligeramente inferior a la observada en los últimos años.

Hay que actuar

Estas cifras se han calculado a partir de las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), que apuntan a que la población de más de 65 años pasará de 9 millones en 2018 a 12,4 millones en 2033, mientras que la población en edad laboral se mantendrá alrededor de 30,3 millones. Así, la tasa de dependencia aumentará del 29,6% al 40,7%.

En definitiva, el informe muestra cómo el mayor peso de las franjas con edades avanzadas podría incidir negativamente sobre el crecimiento económico agregado en un horizonte de 10-15 años. Eso sí, también evidencia que tomando las medidas adecuadas este efecto se puede mitigar.

Por eso, Caixabank resalta la importancia de que se produzcan cambios de comportamiento en la sociedad, como una mentalidad más proclive a sacar partido de las grandes oportunidades que brinda una mayor longevidad. En este sentido, la entidad cree que el rol de las instituciones públicas y privadas es fundamental: las primeras pueden impulsar políticas para flexibilizar la edad de jubilación y las segundas sacar más partido a los empleados más longevos.

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