Enagás presentará su hoja de ruta este mes tras la toma de control de Teresa Ribera

Enagás ejecuta su cambio de rumbo este mes de julio. El cambio de consejero delegado y la renovación de la cúpula directiva se cerrará con la presentación un plan estratégico a mediados de mes que marcará el futuro de la empresa que controla el Estado, con una participación del 5% a través de la SEPI. La empresa ha confirmado a la CNMV, tras la publicación de esta información, que el próximo 12 de julio presentará este Plan Estratégico 2022-2030.

Una renovación del gestor del sistema gasista español que está avalada por la propia ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Enagás elegía el pasado mes de febrero a Arturo Gonzalo Aizpiri como consejero delegado en sustitución de Marcelino Oreja. El exdirector comunicación de Repsol se le reconoce como una persona de confianza de la ministra, ya que coincidió con Ribera en el Ministerio de Medio Ambiente en la época de Cristina Narbona.

Aquel movimiento se interpretó tanto en el sector como dentro de la empresa como la elección de un 'delfín' para vigilar de cerca una empresa estratégica en plena crisis del precio del gas. El Gobierno busca ir de la mano de Enagás en el posicionamiento de la compañía en el plan de infraestructuras de gas que salga de REPowerEU, la estrategia de la Comisión Europea para independizarse energéticamente de Rusia.

Este escenario marca el futuro de la compañía hasta 2030, según explica a Vozpópuli fuentes conocedoras de la compañía. Europa es el principal foco para Enagás. El movimiento estratégico se evidenciaba la pasada semana en el acuerdo anunciado con AlbGaz, el gestor de sistema del Albania, para desarrollo de infraestructuras gasistas tanto en el país balcánico como en toda la región. Un pacto que cerraron juntos Teresa Ribera y Arturo Gonzalo junto a las instituciones albanesas.

Su apuesta por el negocio europeo hace que desde el sector ya se hable de la posibilidad de revisar sus activos en Latinoamérica. Tras la venta de su negocio gasista en Chile, Enagás mantiene su presencia en México y Perú. En España, por su parte, el plan estratégico que se presenta este mes destacará por su papel en la transición energética que lidera Ribera, con la intención de ser un referente en el negocio del hidrógeno renovable, y su actividad para la seguridad de suministro energético tanto en el mercado español como en Europa.

En nuevo equipo en Enagás

Para poder ejecutar este plan, Arturo Gonzalo presentó al consejo de administración de la compañía una transformación de su equipo directivo. Unos movimientos de sillas donde destaca el cambio de su director financiero y el fichaje de Natalia Latorre, hasta ahora CEO de Shell España, como directora general de Transición Energética.

Gonzalo lograba con esta renovación reducir de 11 a 9 miembros la dirección de la compañía. Además, el CEO decidía mover al hasta ahora director de Enagás Renovable y Servicios, Antón Martínez. Martínez sale del Comité Ejecutivo para dar independencia de Enagás en su condición de TSO y de Gestor Técnico del Sistema. El directivo se encarga ahora de Enagás Renovable tras la entrada del fondo HY24 en el accionariado de la misma.

Los cambios recibieron luz verde del consejo de administración que preside Antonio Llardén. Un presidente que se quedó sin funciones ejecutivas desde la salida de Marcelino Oreja y la entrada del propio Arturo Gonzalo. Llardén lidera uno de los consejos más políticos del Ibex.

La mesa de gobierno de la compañía cuenta con representantes con pasado socialista como José Blanco, Manuel Gabriel Gonzalez Ramos, José Montilla o María Teresa Costa Campi . El consejo también cuenta con Natalia Fabra y Cristóbal Gallego que, sin ser militantes, se vinculan con el posicionamiento energético de Unidas Podemos.

Ana Palacio es ahora la única en Enagás vinculada con el Partido Popular tras salida en febrero de los exaltoscargos de Gobiernos del PP: Ignacio Grangel, Antonio Hernández -Mancha, Isabel Tocino y Gonzalo Solana. Cuatro consejeros a los que les vencía el mandato este año y que ha coincidido con la llegada de representantes más amigables con las decisiones de Ribera.