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Las agencias de rating fuerzan a Telefónica a vender la mitad de China

César Alierta, presidente de Telefónica.

Sorpresa (positiva) en los mercados: Telefónica responde a la presión y acoso de las agencias de rating en tiempo récord. El reciente plan de Telefónica de recortar deuda –se estima en unos 7.000 millones- a base de vender activos arranca a sólo diez días de anunciarlo y lo hace poniendo el primer foco en China, un gigantesco mercado con 365 millones de abonados.

Nadie se imaginaba que Telefónica estaba estudiando dar un paso atrás en su estrategia en el mercado chino -una de las joyas de la corona por ser un mercado con fuertes tasas de crecimiento en telefonía-, cuando el pasado 30 de mayo el consejo de administración que preside César Alierta anunciaba un plan para acelerar la venta de activos, con el fin de reducir deuda y rebajar el acoso que sufre por parte de las agencias de rating, que ha llegado a colocar el valor de Telefónica en Bolsa (44.000 millones) por debajo de sus niveles de deuda (57.000 millones).

Alierta había señalado recientemente que la participación en el segundo operador de China del 9,57% era para siempre y además, el anuncio de la venta de activos apuntaba el estudio de una colocación en Bolsa de su filial en Alemania y de la posibilidad de replicar esta estrategia con activos de Latinoamérica.

Pero en cambio, el pasado domingo, la compañía respondía a la reciente rebaja de su calificación por parte de Standard & Poor´s con un jugoso ingreso de 1.128,9 millones de euros (10.963 millones de dólares de Hong Kong) por la venta de un paquete del 4,56% en China Unicom, según el hecho relevante enviado a la CNMV. Es la primera vez que desde su desembarco en 2005, la participación de Telefónica adelgazaba, y además, lo hacía a la mitad (de un 5,38% inicial saltó a un 8% en septiembre de 2009; y desde 2011 empezó a rozar el objetivo de casi el 10%). No obstante, según fuentes consultadas, esta venta es positiva y podría dar un balón de oxígeno a la cotización de Telefónica ya que la operadora está poniendo en marcha el plan de venta de activos en tiempo record y sin perder su pica en Asia sin que se vean trastocados ninguno de sus acuerdos adheridos, según fuentes de la compañía.

Telefónica mantiene así un 5,01% de su participación en China Unicom y sigue siendo el segundo mayor accionista de la operadora, por debajo del Estado chino. Una vez se materialice la operación –se prevé antes del 31 de julio, pendiente de las autorizaciones- se anotará unas minusvalías de unos 315 millones, pero los acuerdos industriales alcanzados entre ambas en los últimos años no se tocan (al contrario, se prevé que se amplíen a temas digitales) y su peso en el consejo se mantiene igual (César Alierta mantiene su sillón en el órgano de administración). Lo que sí se reducirá a la mitad será el dividendo, que el año pasado ascendió a 25 millones de euros.

Por su parte, la presencia de la compañía china en Telefónica –con la que mantiene acuerdos cruzados de participación- no varía: mantiene un 1,37% y un consejero.  Entre otros detalles de la operación, destaca que Telefónica vende 1.073 millones de acciones a la matriz de la sociedad (autocartera), con un descuento de 1,8% respecto al cierre de las acciones registrado el pasado viernes en la bolsa de Hong Kong. Además, Telefónica se compromete a no transferir en un año las acciones que posea de China Unicom.

Presión de las agencias de rating, más operaciones a la vista
Telefónica, como el resto de las grandes compañías del Ibex35, está obligada a sortear la presión que ejercen las agencias de rating en su cotización. La operadora se ha comprometido a cerrar el año con un ratio de deuda neta/Ebtida en 2,35veces y para ello, tiene que reducir en unos 7.000 millones la deuda.

En las próximas semanas, la compañía podría seguir anunciando operaciones corporativas en proceso, como la venta de Atento (unos 1.000 millones) a un venture capital, o la colocación en bolsa de su filial Alemana, y probablemente la venta en el mercado de activos de Latinoamérica.

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