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El consorcio de Sacyr que construye la ampliación del Canal de Panamá perdió 385 millones en 2013

Panamá sigue generando noticias preocupantes para Sacyr. Grupo Unidos por el Canal (GUPC), el consorcio que lidera el grupo español y que se encarga de las obras de ampliación del Canal de Panamá, cerró 2013 con unas pérdidas de 385 millones de euros. Unos números rojos que ponen aún más en la picota las reclamaciones de GUPC por sobrecostes en los trabajos que lleva a cabo para la construcción del nuevo juego de esclusas de la vía interoceánica y que generaron una polémica que estuvo cerca de costarle el contrato.

Las pérdidas del consorcio llegan como colofón a un ejercicio especialmente tenso que concluyó con un preaviso de paralización de los trabajos por parte del consorcio ante los problemas de liquidez que estaba padeciendo la obra y que ya había obligado a GUPC a reducir de forma notable el ritmo de la construcción.

El problema para el grupo de empresas integrado también por la italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa ha sido el incremento de los gastos, que se fueron hasta los 1.039 millones de euros, un 30% más que los registrados en 2012.

De hecho, la cifra está en consonancia con las estimaciones que GUPC realizó cuando negociaba con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) un plan para seguir adelante con la obra y que apuntaban a que cada mes de trabajos generaba un coste aproximado de 100 millones de dólares.

En cambio, las cifras de ingresos, básicamente los abonos por certificaciones de obra, han experimentado variaciones muy leves de un año a otro, en concreto un 2%, hasta superar los 653 millones de euros, según las cifras publicadas en el informe anual de Sacyr. GUPC ya registró pérdidas de 155 millones de euros en 2012.

Reclamaciones milmillonarias 

El consorcio ha presentado hasta tres reclamaciones ante las instancias contempladas en el contrato por distintos sobrecostes en los que habría incurrido la obra, valorados en unos 1.200 millones de euros.

Semanas después del envío del preaviso, las obras de ampliación del Canal de Panamá llegaron a detenerse por completo, un momento muy delicado que dejó a GUPC más fuera que dentro del contrato. Finalmente, las partes lograron reconducir la situación y llegar a un acuerdo para realizar una aportación conjunta de fondos y emplear las fianzas como avales para lograr financiación extra.

Así, el plazo para terminar los trabajos, que en principio vencía en octubre de este año y fue posteriormente prolongado hasta junio de 2015, se sitúa a finales del próximo ejercicio, lo que repercutirá negativamente en los costes de la ampliación del Canal.

Provisiones conservadoras

Al contrario de lo que sucedió con las cuentas de 2012, la situación de Sacyr en el país centroamericano tuvo reflejo en el balance de 2013 en forma de provisiones de 189 millones de euros antes de impuestos, lo que se traduce en que la compañía estima que tan sólo percibirá una cuarta parte de los sobrecostes que reclama.

En las cuentas de 2012, Sacyr se apuntó unos ingresos de 685 millones de dólares, algo más de 480 millones de euros, al considerar probable que el cliente, en este caso la ACP, accediese a pagarlos, circunstancia que finalmente no ha sucedido.

Ante este hecho, Sacyr ha preferido confeccionar sus cuentas sobre un escenario peor del que prevé. La provisión no representa un escenario de ingresos cero por la reclamación de los sobrecostes en Panamá.

Sin embargo, sí suponen contemplar que el grupo tan sólo logrará unos 300 millones de euros por este capítulo. La diferencia entre esta cantidad y la que incluyó en sus ingresos de 2012 constituye la provisión que ha consignado Sacyr en sus cuentas de 2013.

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