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Los bancos tomarán medidas contra Sousa si continúa acusándoles de la caída de Pescanova

El expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa, a su llegada a la Audiencia Nacional para declarar como imputado

El innegable giro en la estrategia de defensa del expresidente de Pescanova, culpando a los bancos del enorme agujero en la compañía, ha enfadado sobremanera a los bancos que forman el núcleo duro de la refinanciación. Algunos han puesto sobre aviso a sus servicios jurídicos si continúa lo que ellos consideran “una desfachatez más”.

El pasado martes, Manuel Fernández Sousa estuvo declarando casi todo el día en la Audiencia Nacional ante el juez Pablo Ruz, culpando directamente a los bancos de haberle prestado el dinero para ese agujero y a la auditora BDO de no detectarlo.

Un giro evidente en su estrategia defensiva, después de que, inicialmente, arremetiera contra el regulador en su escrito de alegaciones ante los procedimientos abiertos contra su persona. Sousa denunció entonces que la CNMV “va de víctima para autoexculparse”, acusándole de que le imputaban irregularidades que no había cometido.

Demoledor

El resultado fue un informe forensic de KPMG demoledor, en el que el regulador hizo especial hincapié en que quedara claro que las malas prácticas se realizaron “conscientemente”. Posteriormente, el juez Ruz amplió la imputación al expresidente por dar información incompleta a la CNMV, con intención de obstaculizar su labor.

Viendo que la batalla contra el juez y el supervisor le costaban disgusto tras disgusto, Sousa ha emprendido una nueva línea de defensa: la culpa de la enorme deuda de Pescanova es culpa de los bancos porque le prestaron el dinero. Algo que ha enfurecido a estas entidades. Desde una de ellas, declaraban que “es increíble. Estamos centrados en salvar la propuesta de refinanciación cuando podríamos dejar caer la compañía sin el menor problema porque todos los principales acreedores ya hemos provisionado y nos sale con esto. Como siga así, daremos respuesta legal. De momento, no vamos a hacer nada, pero nos reservamos la posibilidad de hacerlo en cualquier momento”.

Sin duda, los bancos han dejado bastante que desear en cuanto a gestión de riesgos, pero la estrategia de Pescanova en años pasados ha sido clara: apoyarse mucho en las cajas gallegas y repartir en lo posible sus necesidades crediticias con entidades periféricas. Así, ni Santander, ni BBVA, son las principales posiciones acreedoras. Lo son las gallegas y Sabadell, esta última entidad por sus créditos heredados de la CAM.

Acordeón

La refinanciación de los más de 3.500 millones de euros de deuda será un proceso más que complicado, aunque la compañía tiene capacidad de aguante hasta febrero, gracias a los 55 millones de euros del crédito de urgencia facilitado antes del verano. Juan Manuel Urgoiti tiene un camino complejo para salvar una empresa, con una hoja de ruta que pasa por quita y capitalización para, a continuación, ampliar capital.

Una ‘operación acordeón’ en toda regla, en cuya última parte, sin duda, aparecerá realmente el interés del grupo Damm que lidera Demetrio Carceller. Él y grupos inversores afines (se habla de Oetker, e incluso de Mercadona, ya que alrededor del 20% de la facturación del grupo procede de las ventas en la cadena de Juan Roig) serán quienes inyectarán dinero en la compañía, si se logra una buena refinanciación y un plan de viabilidad convincente. 

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