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Un informe alemán censura el subidón del recibo de la luz en los últimos cinco años en España

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, junto al ministro José Manuel Soria, tras un Consejo de Ministros.

Un estudio alemán acaba de hacer balance de la situación de los sistemas energéticos de los países de la OCDE y de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Y España sale a la vez bien y mal parada.

El informe realizado por el Instituto de Investigaciones del periódico económico Handelsblatt sitúa a España entre los países de los 24 analizados que mejor ha gestionado los avances energéticos en los últimos años y el control de las emisiones de C02.

Hasta ahí todo bien. Pero cuando los técnicos que han elaborado el informe comenzaron a analizar la evolución de los precios de la luz en España se toparon con la cruda realidad que sufren las economías domésticas y las empresas e industrias.

Los alrededor de 25 millones de titulares de un recibo de la luz han sufrido en el último lustro, precisamente en el periodo de la crisis económica, las mayores subidas de todos los países analizados.

El incremento del precio de la electricidad acumulado en el periodo es superior al 60% para los hogares. Pero el sector industrial no le va a la zaga, según el informe alemán, pues tuvo que aguantar fuertes subidas en sus tarifas eléctricas, sólo superadas por Australia y en Sudáfrica.

Uno de los principales elementos anticompetitivos que sufren las industrias españolas es el alto coste de la electricidad para sus procesos productivos

Es éste uno de los elementos que hacen a la economía española menos competitiva que otras de su entorno OCDE.

Las fuertes subidas de los precios de la electricidad se han producido bajo el Gobierno de Zapatero y también bajo el actual. Al igual que la errática política energética de ambos Ejecutivos, que ha desembocado en un sistema de pago de “altos subsidios” a algunas formas de generación de electricidad.

Pese a la dureza del informe en estos dos aspectos, España sale, en general, bien parada: "España ha realizado en los últimos años grandes progresos en política energética", afirma el documento.

"Las empresas españolas en la agricultura, en la industria y en el sector servicios están entre las mejores de todos los países comparados con relación a las emisiones de C02 y a la intensidad energética", constata el informe, que también valora los avances en el uso de combustibles biológicos en el sector del transporte, un área en la que aún queda muchas mejoras por implementar.

El estudio reseña también como hecho diferencial español el pago de "altos subsidios" a la generación eléctrica, especialmente a la de origen renovable

La distribución del estudio estos días ha coincidido con la aprobación, por parte de la CNMC, del informe sobre la propuesta de orden sobre los nuevos parámetros retributivos de las energías renovables y del régimen especial en España.

Precisamente ayer, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) reclamó "igualdad de trato" y "equidad" en la reforma energética, toda vez que este tipo de energía haya sufrido unas "desproporcionadas penalizaciones". Ha sido con diferencia el sector más penalizado por el ajuste que aprobará en las próximas semanas el Gobierno, hasta el punto de que, según la AEE, el impacto regulatorio real es "muy superior" a los 608 millones de euros estimados por el superregulador.

El lobby eólico alerta de que el recorte que se quiere aplicar al sector es el doble del anunciado por la CNMC: serán 1.200 millones y no 600

A la eólica se le aplicará un recorte equivalente al 36,3% de todo el previsto por el Gobierno para el conjunto de las tecnologías de renovables, de cogeneración y tratamiento de residuos. Y para la AEE, el cálculo realizado por la CNMC "no es exacto", ya que no se incluye el recorte de los complementos. Solo por la eliminación del complemento de energía reactiva, el sector perderá 153 millones en 2013.

Y si la comparación se hace con lo que le correspondería al sector percibir en 2013, el recorte asciende a 1.200 millones, el doble de lo estimado en el informe de la CNMC.

El sector pide al Gobierno que el recorte sea de un 10% nada más, algo que parece inviable a estas alturas, dado que Industria no prevé dar marcha atrás en su planteamiento y cuenta ya con el informe favorable, aunque con matices, para aprobarlo.

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