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La OPA deja a Hochtief sin independencia financiera en favor de la banca acreedora

Florentino Pérez, presidente de ACS

La entrada en una guerra de ofertas por Abertis resulta inviable para ACS y su filial Hochtief. El folleto de la oferta de esta última, aprobado este lunes por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) describe cómo los bancos encargados de la financiación de la OPA imponen fuertes restricciones a la empresa alemana, en especial en lo que se refiere a la venta de activos y la posibilidad de endeudamiento, lo que dejaría prácticamente en sus manos el control financiero de la empresa.

Precisamente, la debilidad financiera de la oferta de ACS ha sido uno de los motivos que le han impulsado a sentarse a negociar con Atlantia, el grupo italiano que también lanzó una OPA competidora por Abertis, un acuerdo que les permita repartirse la concesionaria española sin entrar en una batalla de precios que Hochtief y, por extensión, ACS, no estarían en condiciones de soportar. A cambio, Atlantia se aseguraría eliminar el riesgo político de la operación, en tanto en cuanto su intención de hacerse con Abertis nunca fue bien vista por el Gobierno, que no ha escatimado en colocar obstáculos en el camino de la oferta de los italianos.

En concreto, el folleto de la OPA de Hochtief detalla que la compañía tendría que contar con la autorización de dos tercios de los bancos financiadores (es decir, entidades que sumaran una cantidad comprometida en el préstamo de aproximadamente 10.000 millones de euros) para realizar cualquier tipo de venta de activos. En el caso de obtener la autorización, los ingresos de estas ventas tendrían que ir destinados necesariamente a la amortización del préstamo, que cuenta con cinco tramos, tres de ellos con vencimiento en 12 meses.

En esta condición también se encuentra la venta de activos de Abertis, con las que Hochtief pretendía rebajar el coste de la financiación. Entre ellos se especifican en el folleto los casos de Hispasat, Cellnex y también el negocio de autopistas en Francia, agrupado en la sociedad Sanef.

Sin garantías reales

El acuerdo de financiación, suscrito en un primer momento con JP Morgan y sindicado posteriormente entre 17 entidades (entre ellas BBVA y Bankia, que aportan cada una 809,5 millones de euros), también contempla restricciones a la hora de que Hochtief decidiera incrementar su endeudamiento. Salvo algunas excepciones, la banca acreedora tendría la capacidad de restringir cualquier endeudamiento adicional que superara los 500 millones de euros. En estos supuestos no están incluidos los proyectos de infraestructuras y concesiones.

Igualmente, para Hochtief estarían vetadas todo tipo de adquisiciones que fuera distintas de sociedades del grupo Abertis.

Paradójicamente, el acuerdo de financiación no está sustentado con garantías reales. "Hochtief garantiza personalmente el cumplimiento de las obligaciones asumidas en virtud del contrato de financiación", se recoge en el folleto, que también señala que en ningún caso Hochtief procedería a pignorar los títulos de Abertis adquiridos como resultado de la oferta.

En cualquier caso, todo parece indicar que Hochtief no correrá en solitario con los riesgos financieros de la oferta definitiva, a tenor de las negociaciones que está llevando a cabo con ACS para culminar la historia de la lucha por Abertis de una forma inesperada.

 

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