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El Corte Inglés sacrifica sus márgenes para competir con Mercadona

Entrada de El Corte Inglés

El Corte Inglés anunció ayer una bajada de precios sin precedentes en su historia (en algunos casos, superior al 20%) para cerca de 4.500 referencias del área de alimentación de los supermercados de El Corte Inglés, Hipercor y Supercor. El objetivo de la iniciativa, en una situación económica que se complica por semanas, es evidente: competir con Mercadona (que se ha revelado como la gran triunfadora de la crisis en el sector de la distribución) y con otras cadenas como Carrefour y Alcampo.

En la compañía, que confía en una subida “significativa” de las ventas con esta medida, no han dudado en apretarse el cinturón y sacrificar sus márgenes para no perder clientes. La bajada de precios se ha hecho, según fuentes del sector, fundamentalmente a través de dos vías: la citada reducción de márgenes y un cambio de gestión abordado en el último año para reforzar el poder de compra conjunto de todas las tiendas del grupo.

Parte del ajuste también ha tenido que ser asumido por los proveedores, aunque el director de Compras de Alimentación del grupo, Víctor del Pozo, asegura que estos “se lo han tomado bien, porque permitirá incrementar las ventas”.

La drástica bajada de precios, que no afecta a la cadena de tiendas de conveniencia Opencor, se ha aplicado “exactamente igual en todos los centros del grupo”, explica a este diario Del Pozo.

No afecta a las marcas propias de la cadena, Aliada (alimentación, droguería y perfumería, lanzada en octubre de 2008) y Veckia (higiene y cuidado personal, puesta en marcha en febrero de 2011). “Ya estábamos en precio”, indica el directivo, que no especifica la cuota de sus enseñas propias, aunque asegura que ya supera el 10%. En cualquier caso, su peso es inferior a la media del sector, que ya alcanza el 42,9%, según datos de la consutora Nielsen.

El grupo que preside Isidoro Álvarez, que considera “crítico” el negocio de alimentación, porque es clave para generar tráfico en sus establecimientos, llevaba “mucho tiempo queriendo cambiar la imagen” de sus centros, explica Del Pozo, que añade que, desde que arrancó la crisis se habían aplicado “miles” de bajadas de precios mediante campañas promocionales, pero de forma aislada.

La compañía no oculta que con esta medida pretende abandonar su “imagen de caros”, sin llegar a entrar en una guerra de precios con la competencia. La bajada de precios, que se aplica para los productos más habituales de la cesta de la compra: especialmente a los productos frescos, así como a ultramarinos, charcutería, lácteos, refrigerados, congelados, refrescos, vinos y licores, además de en artículos de droguería y perfumería. “Ya nos comparamos con la competencia”, concluye Del Pozo.

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