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Martinsa, en manos de la Sareb y Caixabank para evitar la liquidación

Fernando Martín, presidente de Martinsa-Fadesa

A falta de un día para que expire el plazo para que los acreedores de Martinsa Fadesa se pronuncien sobre el nuevo convenio, las dudas de la banca y la condena al pago de más de 60 millones de euros en costas tras perder el litigio contra la antigua cúpula de Fadesa acercan nuevamente a la inmobiliaria a la liquidación. La postura de la Sareb, la principal acreedora de la inmobiliaria, junto a Caixabank, serán devisivas para la aprobación del nuevo convenio.

La falta de liquidez para afrontar los pagos recogidos en el convenio firmado en 2011 con los bancos acreedores para levantar uno de los mayores concursos de acreedores de España se ve agravada ahora por la decisión del Tribunal Supremo que obliga a Martinsa a abonar las costas del procedimiento que enfrentaba a Fernando Martín contra Manuel Jove y Antonio de la Morena por una supuesta sobrevaloración de activos durante la fusión.

Este pago supone más que un escollo para la compañía, que anunció hace un año el impago de una anualidad del convenio de acreedores, que representaba el 1% y equivalía a cerca de 35 millones. Además, a finales de 2014 debía de hacer frente a un nuevo pago del 12,5% de la deuda concursal.

Serán las entidades financieras las que decidan si se suman a la propuesta de Martinsa, pero la clave está en la posición que tomen los dos acreedores mayoritarios: Caixabank y la Sareb, que ostenta la mayor porción de la deuda de la inmobiliaria, créditos heredados en su mayor parte de Bankia.

Con el nuevo convenio, el presidente de Martinsa busca quedarse con 883 millones en activos y con 489 de pasivo, lo que arroja un déficit patrimonial de 394 millones

Ante la posibilidad de incurrir en un nuevo impago, que llevaría a Martinsa directamente a la liquidación, Martín presentó una modificación del convenio ante el titular del juzgado de lo Mercantil número uno de La Coruña, Pablo González-Carreró. Mediante esta nueva propuesta, Martín busca quedarse con 883 millones en activos (frente a 1.100 millones recogidos en la anterior propuesta) y con 489 millones de pasivo (frente a 507 millones anteriores), lo que arroja un déficit patrimonial de 394 millones (desde los 593 millones iniciales), según fuentes financieras.

Sin embargo, dos terceras partes del pasivo que estaría dispuesto a asumir el empresario son contingentes, es decir, que sólo se transformarían en deuda en determinadas situaciones. Además, Martín -que quiere conservar su sueldo- propone hacer daciones en pago con la banca por 1.525 millones. No obstante, dentro de ese importe se incluyen también los préstamos bilaterales por 314 millones que en caso de impago serían ejecutados por las entidades financieras.

El resto, 1.211 millones, iría al sindicato de bancos. Sin embargo, preocupan 990 millones que corresponden a propiedades de Martinsa Fadesa en Hungría y Marruecos. La banca acreedora pone en cuestión la valoración ofrecida por el empresario y desconoce el valor real de estos activos.

En este nuevo plan, además de los activos de Hungría y Marruecos, se incluyen cuatro suelos en España, así como su participada Fadesa Brasil y una inmobiliaria en México que valora en 153 millones pero que se encuentra en concurso. Los bancos, que han rechazado todas las propuestas presentadas por Martín para alejar la liquidación, se muestran reticentes a esta nueva alternativa, que aún está muy alejada de lo que consideran necesario para garantizar la viabilidad de la compañía.

Asimismo, sostienen que ya no queda tiempo suficiente para ver los activos con los que cuenta la compañía y conocer su valor real. Desde el comienzo, la postura de la banca pasaba por hacer de Martinsa una compañía más pequeña pero viable y solvente.

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