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La inversión inmobiliaria española en República Dominicana se disparó de 46 a 2.000 M en la pandemia

El recurso al país caribeño como refugio de inversiones españolas creció de forma exponencial al cabo del año 2020 respecto a 2019

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Juan José Hidalgo y Javier Hidalgo, del grupo Globalia, son uno de los principales exponentes de la inversión española en República Dominicana

Un reciente informe del Icex, dependiente de la Secretaría de Comercio, llama la atención sobre el crecimiento de la posición inversora de España en República Dominicana en los últimos años. Más en concreto, coincidente en el tiempo con la pandemia y con una nueva etapa de relaciones políticas tras el memorándum de entendimiento suscrito en 2019 entre los gobiernos de Dominicana y España, el único país junto con Canadá con el que los caribeños tienen un convenio de doble imposición.

Recientemente, la oposición en España ha cuestionado al Ejecutivo de Pedro Sánchez por no rendir cuentas sobre cerca de 40 viajes oficiales desde en el último lustro a Dominicana. Lo cierto es que el pequeño país tropical que desde agosto de 2020 preside el economista Luis Abinader ha sabido ganarse también la atención de importantes empresas españolas hace tiempo asentadas allí, como las turísticas Globalia, Meliá, Barceló, NH o Paladium, y otras gigantes como Zara, Santander, Acciona, Naturgy, Mapfre, Boluda o Eulen.

Al margen de la consolidada posición la última década de España como primera fuente inversora en Dominicana desde Europa, lo cierto es que la tendencia tuvo un llamativo pico recientemente. En 2020, el último año del que constan datos, el stock inversor de españoles en República Dominicana casi se triplicó, pasando de algo más de 1.000 millones en 2017 y 1.596 millones de euros al cabo de 2019 a 3.261,8 millones al cierre del año que estuvo marcado desde marzo por el coronavirus.

Un aumento considerable que hizo que el pequeño país centroamericano de 11 millones de habitantes ganara varios puestos como sitio de acogida de grandes capitales españoles, situándose en el puesto 25 de entre 150 países al cierre de 2020 -en 2017, ocupaba el puesto 36-.

El fenómeno durante la pandemia se habría sustentado en un incremento exponencial del stock inversor desde España hacia el país vecino de Haití enmarcado bajo el segmento de "actividades inmobiliarias". En este capítulo, el volumen detectado pasó de apenas 45,5 millones en 2019 a 1.998 millones de euros en 2020.

Dominicana, un país con una presión fiscal "muy débil"

En lo anterior pudo tener que ver la entrada en vigor en 2020 en Dominicana de la Ley de Alianzas Público-Privadas para fomentar la inversión extranjera, en especial, en proyectos de infraestructura de transportes. Sin embargo, las cifras llaman igualmente la atención al cruzarse con la evolución del flujo de inversión directa desde España detectada por el Banco Central de la República Dominicana, según el cual, el capital invertido habría caído fuertemente durante la pandemia.

De acuerdo a esta fuente, la inversión directa desde España en el país centroamericano fue de apenas 192 millones en total en 2020, por debajo de los 394,3 millones de 2019 o los 205 millones de 2017.

¿Por qué semejante diferencia con el stock contabilizado por el Icex? Porque los registros que considera el supervisor financiero dominicano toman en cuenta los flujos de inversión directa, mientras que el organismo español considera como referencia el valor declarado en libros contables de los activos tras esas inversiones. En otras palabras, lo anterior sugiere que podría existir un importante contraste entre el dinero que se ha invertido realmente desde España en Dominicana y el valor que los inversores contabilizan en libros.

En palabras del Icex, "la discrepancia responde seguramente a factores como la canalización de fondos desde territorio no español, el creciente uso por nuestras cadenas hoteleras de fórmulas de gestión sin propiedad y el recurso a préstamos locales y a socios de terceros países".

En otro informe con fecha de marzo de 2023, la misma institución española que tutela el comercio exterior ahonda en el sistema impositivo de Dominicana e incide en que configura un país con una presión fiscal "muy débil (14%)", una "escasa base de contribuyentes", y una "evasión fiscal generalizada (estimada en 40% del total debido)".

"La necesidad de aumentar ingresos y de mejorar el uso de los recursos centra el debate sobre una nueva reforma o pacto fiscal; pero no se llevará a cabo en la presente legislatura, limitándose Hacienda a mejorar la eficiencia recaudatoria de las firmas existentes", concluye.