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El Ibex 35 tiene los consejos de administración más amplios y envejecidos de Europa

Emilio Botín, presidente del Santander.

El próximo 4 de julio, Emilio Botín cumplirá 54 años de presencia ininterrumpida en el consejo del Santander, en cuyo máximo órgano de gestión se sienta desde el año 1960. A sus 79 años, el banquero cántabro, la persona que más años lleva en el sillón de una empresa del Ibex, y la entidad que preside, cuyo amplio consejo de administración tiene 16 vocales, seis de ellos ya por encima de los 70, resumen algunas de las principales conclusiones de un reciente informe que sitúa a España como el país con los consejos de administración más numerosos y longevos de Europa.

En un país que tiene a muchas de sus mayores empresas pilotadas por personas de muy avanzada edad como el propio Botín o los exministros Juan Miguel Villar Mir (presidente de OHL y también consejero del Santander) o José Lladó (Técnicas Reunidas), no es de extrañar que el informe, elaborado por la firma de cazatalentos Heidrick & Struggles, señale que la edad media de los vocales del Ibex 35 (el selectivo que ha tomado para recabar los datos de España) sea de 61,2 años, la más alta de Europa, donde la cifra se queda en 58,2 años de media.

En España más de la mitad de los consejeros (un 54,5%) tiene más de 60 años, frente al 41,2% de sus colegas europeos. La diferencia más significativa está en la franja más alta de edad. Así, según el estudio, un 39,6% de los vocales españoles tiene entre 61 y 70 años (frente al 33,8% en Europa), mientras que un 14,9% ha superado los 70, el doble que en Europa (7,4%). El único país por encima de ese porcentaje es Italia, con el 17,2% por encima de las 70 primaveras.

En lo que respecta a los consejeros con más poder, los ejecutivos, España también es el país europeo en el que este tipo de vocales llevan más tiempo en el consejo de administración, con una media de 8,6 años. Y, si se toman todas las tipologías de vocales, los españoles también copan los puestos de cabeza: son, tras los belgas, los que más tiempo llevan en sus puestos, con siete años.

El informe cifra en 14,3 vocales el número medio de miembros de los consejos de administración de las empresas españolas, frente a los 12 de sus homólogas europeas. Sólo Alemania, con 17 vocales por consejo, está por encima de esa cifra, aunque este país no es del todo comparable por el fuerte peso que los representantes de los trabajadores tienen en la gestión de sus grandes empresas, en virtud del modelo de cogestión que impera para todas las compañías germanas con más de 2.000 empleados.

Los autores del informe dicen que no hay "una visión común sobre el tamaño óptimo" que debe tener un consejo de administración

La consultora, que dice que “no hay establecida una visión común sobre el tamaño óptimo de un consejo”, señala que en la última década el número medio de vocales en las empresas europeas “se ha mantenido estable en doce”. Actualmente la media europea es de 12,1 miembros, igual que en 2011, y en 2009 la cifra era de 11,8.

El informe también analiza la presencia de mujeres en los siete países que han fijado cuotas u objetivos de presencia femenina en los máximos órganos de gestión de sus grandes compañías.

La conclusión es desalentadora para quienes defienden la igualdad de género en la cúspide del poder empresarial español: España, con un 13% de consejeras (la media europea es del 17%), es el segundo por la cola tras Italia (11%) de entre los siete países con cuotas de poder femenino. Por delante están Noruega (39% de mujeres), Francia (25%), Holanda (19%), Reino Unido (18%) y Bélgica (15%).

El estudio recoge datos de 400 grandes compañías cotizadas de 15 países europeos (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza) y se publica cada dos años. La última edición se ha elaborado con datos recopilados entre abril y junio de 2013. Esta vez, Heidrick & Struggles no ha entrado a analizar las retribuciones de los consejeros. En 2009, concluyó que los españoles cobraban un 30% más que sus colegas europeos.

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