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RBS, Credit Suisse, Standard, Deutsche... pérdidas de más de 15.000 M. en la gran banca europea en 2015

Sede de Deutsche Bank.

Cuando el pasado 20 de enero los responsables de Deutsche Bank presentaron resultados los mercados financieros reaccionaron con pánico, hundiendo las bolsas europeas. No es solo que los 6.700 millones de euros de pérdidas complicaran la capacidad del banco de afrontar sus compromisos, sino que los mercados anticipaban además un ejercicio complicado para buena parte del sector financiero europeo e internacional. Y es que al margen de DB, numerosas entidades financieras de las más importantes a nivel global han presentado número rojos en 2015, o han visto caer sus beneficios.

La caída del precio del petróleo explica buena parte de los problemas del sector bancario en Europa. Y es que durante los años en los que los precios de esta materia prima alcanzaban máximos, grandes bancos europeos se lanzaron a invertir en empresas del sector, que ahora están en problemas. Tanto que según cálculos de los analistas de Bank of America, el sistema bancario europeo afronta en su conjunto pérdidas de al menos 27.000 millones de euros solo por créditos relacionados con la energía, tal y como recoge una reciente información de Bloomberg.

Es el caso, por ejemplo, de Credit Suisse. La entidad suiza, uno de los principales bancos globales y de importancia sistémica, reconoció unas pérdidas el pasado ejercicio de 2.630 millones de euros. Es la primera vez que la entidad helvética presenta números rojos en un año completo desde la caída de Lehman Brothers, en 2008. La compra en 2000 de la firma de brókers Donaldson, Lufkin & Jenrette, y su actual caída en Bolsa, ha obligado a los responsables de CS a reconocer una pérdida contable de más de 3.000 millones de euros, lo que ha impactado en las cuentas del gigante suizo. Los responsables de la entidad ya han anunciado más de 4.000 despidos y un giro en su estrategia para relanzar su rentabilidad. Otra entidad internacional como UBS se ha visto golpeada por la caída del petróleo y las caídas en bolsa, si bien ha logrado evitar los números rojos: sus beneficios en el último trimestre cayeron un 83%.

Pérdidas milmillonarias en banca de importancia sistémica

Otro de los grandes bancos globales con pérdidas milmillonarias el pasado ejercicio ha sido Royal Bank of Scotland (RBS). La entidad escocesa, que llegó a ser la más grande del mundo por un breve periodo de tiempo, fue nacionalizada en 2008 para evitar el colapso del sistema financiero británico y desde entonces no hace más que acumular pérdidas, que ya suman ocho años consecutivos. En 2015 éstas alcanzaron los 2.500 millones de euros, un 40% menores que un año antes, a pesar de que los ingresos se desplomaron un 15% y la entidad en poder del Gobierno británico hubo de hacer frente a costes inesperados por la comercialización de un seguro de protección de pagos de forma inadecuada entre sus clientes.

Standard Chartered, otro de los grandes bancos de Reino Unido registró el pasado año unas pérdidas de 1.400 millones de euros

Varias entidades financieras británicas han sufrido este 2015 un particular annus horribilis. Es el caso de Standard Chartered, otro de los grandes bancos de Reino Unido (también de importancia sistémica global), que registró el pasado año unas pérdidas de 1.400 millones de euros, las primeras desde 1989. Su alta exposición al mercado asiático ha afectado especialmente a la cuenta de resultados, toda vez que el banco se ha visto obligado a reconocer pérdidas en su balance por más de 4.000 millones. Otro gigante global como HSBC vio cómo su beneficio en 2015 cayó un 1,2% tras tener que anotarse pérdidas contables relacionadas con sus préstamos a petroleras y empresas gasísticas en EEUU.

Pero no solo los bancos más grandes han presentado problemas. En Italia, la Banca Popolare Vicenza reconoció unas pérdidas relativas al ejercicio 2015 de unos 1.400 millones de euros. La entidad se encuentra ahora bajo investigación, tal y como informó Reuters, por haber financiado la compra de acciones del banco por parte de sus máximos responsables. Otra entidad en boca de todos es la portuguesa Novo Banco, que saldrá a la venta tras haber reconocido unas pérdidas de 980 millones de euros en el último ejercicio.

La banca española, poco rentable pero sin pérdidas

Con una menor exposición al petróleo que otros sectores bancarios europeos (solo Caixabank, con su participación en Repsol, ha tenido que hacer provisiones significativas), la banca española se ha librado de los números rojos en el pasado ejercicio. Entidades como Caixabank o Popular han sufrido más de lo esperado por los analistas, pero todo el sector en su conjunto logró terminar el ejercicio con unos resultados contables positivos.

El problema de la banca española, más allá del resultado operativo, es la rentabilidad, que tal y como advierten los analistas, no es suficiente. El sector ha sufrido una inmensa recapitalización, y el dinero generado por el negocio bancario en España no es hoy por hoy lo bastante rentable como para hacer atractivas las acciones de la banca, lo que se ha traducido en un fuerte castigo los últimos meses. En esta línea, un reciente informe de N+1, del que se ha hecho eco Vozpópuli, anticipa unos años 2016 y 2017 de fuertes dificultades para la banca española.

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