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Colonial pone en el mercado la joya que quiere toda Francia… y Amancio Ortega

El pasado jueves Colonial confirmaba mediante un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que estudia la posibilidad de vender su participación en la francesa SFL, que asciende actualmente a algo más de un 53% del capital, en el marco de la refinanciación de su deuda. El activo que la compañía española está poniendo en el mercado no es uno cualquiera sino, probablemente, el más deseado del sector inmobiliario francés.

SFL es una inmobiliaria patrimonialista que cuenta con una cartera de activos muy notable, valorada en algo más de 4.000 millones de euros: edificios emblemáticos, especialmente en zonas premium de París y con una elevada ocupación.

Pero además, es una compañía financieramente saneada, con una ratio de deuda y valor de activos de apenas un 35%. La compañía cerró el ejercicio 2012 con un beneficio de algo más de 283 millones de euros.

No es de extrañar que la empresa, adquirida por Colonial en 2005, haya sido el oscuro objeto del deseo de las grandes inmobiliarias francesas. Y especialmente cuando la inmobiliaria española comenzó a tener problemas, tras su fusión con Inmocaral y la suicida gestión de Luis Portillo, que terminó con Colonial al borde de la quiebra y en manos de los bancos acreedores.

De hecho, la inmobiliaria con sede en Barcelona ya puso SFL en el mercado cuando tuvo que abordar su primera refinanciación tras la etapa de Portillo. El proceso llamó la atención de grandes fondos de inversión, inmobiliarias francesas e incluso de Amancio Ortega, que también se interesó por adquirir para su Pontegadea un activo que le metía de lleno en una plaza de primer nivel como la de París.

Operación a tres bandas

Tras desestimar Colonial la opción de vender SFL y acordar al fin esa primera refinanciación, con los actuales presidente, Juan José Bruguera, y consejero delegado, Pere Viñolas, recién llegados a sus cargos, no disminuyó el interés en hacerse con una compañía que era conocida en Francia como “la bestia dormida”, por contar hasta ese momento con una gestión demasiado conservadora para la calidad de los activos que figuran en su cartera.

Especialmente interesada se mostró Unibail-Rodamco, la mayor inmobiliaria de la zona euro, que en 2009 sondeó una operación a tres bandas para la que quiso contar con Gecina. Los planes no salieron de los bancos de inversión pero Unibail tomó posiciones en SFL, con la adquisición de una participación del 7,5% que aún mantiene.

A precios de mercado, la participación de Colonial en SFL tiene un valor de unos 950 millones de euros, frente a la capitalización de 280 millones de euros que presenta la inmobiliaria española al cierre de la sesión del viernes. Los títulos de SFL presentan un descuento del 21% en relación con el valor neto de sus activos (NAV).

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