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Del Palacio de Liria al súper: la Casa de Alba prepara su propia marca de productos alimentarios

La duquesa de Alba, junto a sus hijos Cayetano, Carlos y Cayetana, en una imagen de 2011.

Compotas 'Casa de Alba' en un supermercado. Podría suceder, y a no tardar mucho. Dos de los hijos de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, la Duquesa de Alba, han solicitado ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) el registro de sendos logotipos comerciales con las denominaciones 'Casa de Alba' y 'A Casa de Alba' para reservarse la venta en exclusiva en España de productos de alimentación bajo esos dos distintivos.

Las peticiones figuran registradas ante la OEPM (que depende del Ministerio de Industria, Energía y Turismo) en la mañana del pasado 29 de enero y de forma directa (sin la mediación de un representante) por los dos miembros de la saga que han tomado las riendas del negocio familiar: Carlos Martínez de Irujo Fitz-James Stuart, XVII duque de Huéscar y primogénito de la duquesa, y su hermano el jinete y empresario Cayetano Martínez de Irujo, conde de Salvatierra.

Como domicilio del solicitante aparece el número 20 de la madrileña calle Princesa, sede administrativa de varias de las empresas de la familia, donde se ubica el Palacio de Liria, propiedad del Ducado.

"Lo normal es que soliciten para su explotación comercial", señala un experto en propiedad industrial

Carlos se convirtió el año pasado en presidente de Euroexplotaciones Agrarias, la sociedad de cabecera y con mayor activo de la Casa de Alba, y Cayetano hizo lo propio en Actividades Agrotécnicas, mientras que la presidencia de Agralsa, la otra empresa del conglomerado familiar, quedó en manos de un tercer hermano, Alfonso, duque de Aliaga.

Las solicitudes de la acaudalada familia de aristócratas, conocida por estar entre los mayores terratenientes de España, corresponden a dos logotipos para la clase número 29 de la Clasificación Internacional de marcas, que comprende alimentos de origen animal, así como verduras, hortalizas y legumbres, y otros productos hortícolas preparados para su consumo o conservación.

En concreto, dicha clase abarca carne, pescado, carne de ave y carne de caza; extractos de carne; frutas y verduras, hortalizas y legumbre en conserva, congeladas y cocidas; jaleas, confituras; compotas; huevos; leche y productos lácteos, y aceites y grasas comestibles. 

Expertos en propiedad industrial ven improbable que el registro que ahora analiza la OEPM sea una mera estrategia de defensa de la familia frente a terceros, ya que el mecanismo sólo tendría efecto durante un periodo muy corto de tiempo. “Para ser titular de una marca tienes que explotarla; cualquiera puede venir y reclamarla si no se está usando; lo normal es que se soliciten para su explotación comercial”, explican esas fuentes.

En 2011, registraron la marca 'Casa de Alba' para vender, entre otros, tragaperras, instrumentos musicales, cuberterías y alfombras

El proceso, que la Casa de Alba no comenta, llega después de que, en septiembre de 2011, la OEPM diera el visto bueno a la solicitud de la marca denominativa (es decir, la marca en sí) 'Casa de Alba' para una amplia gama de productos: 45 categorías entre las que figuraban artículos tan variados como químicos, medicamentos, máquinas tragaperras, instrumentos musicales, cuberterías, herramientas, vehículos, lámparas, tejidos, alfombras, tabaco, seguros, publicidad, hostelería, semillas... y, cómo no, un extenso abanico de productos alimentarios (incluyendo la citada clase 29, cuyos logos ha solicitado ahora).

A ese trámite, solicitado en febrero de 2011 por el abogado Marcos Fernández de Bethencourt en representación de la familia, se opuso sin éxito Alba Editorial, perteneciente al grupo Prensa Ibérica, que edita varias cabeceras regionales, como Faro de Vigo y La Nueva España. El visto bueno de la OEPM a la solicitud del Ducado se publicó el 5 de octubre de 2011, fecha en la que la Duquesa de Alba, que el próximo 28 de marzo cumplirá 87 años, celebró con el funcionario Alfonso Díez su tercera boda, previo reparto, en julio de ese año, de la herencia familiar entre sus seis hijos.

Las solicitudes de registro de los logotipos que ahora ha efectuado la familia son las primeras que presenta a la OEPM desde entonces. Se publicaron el pasado martes, 12 de febrero, fecha a partir de la cual se inició el plazo de dos meses para que, en caso de considerarlo oportuno, otras marcas expresen su oposición al proceso.

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