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Economía le busca las vueltas a MAFO: investiga si el BdV tenía un agujero antes del salto al parqué de Bankia

El pasado de Bankia va unido al del Banco de Valencia y viceversa. Una relación entre exfilial y exmatriz que Economía ha decidido investigar para determinar si existió algún tipo de irregularidad en la salida a Bolsa de Bankia. La sospecha que existe en el gabinete de Guindos es que Banco de Valencia ya contaba con problemas de solvencia y liquidez en julio de 2011, cuando la entidad presidida entonces por Rodrigo Rato comenzó a cotizar, y cuatro meses antes de la intervención de la entidad valenciana por parte del Banco de España.

La sospecha pone en un brete la actuación del anterior gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez. De hecho, fuentes de Economía reconocen que es "significativo" que la intervención del Banco de Valencia se efectuara el 21 de noviembre de 2011, apenas un día después de que el Partido Popular ganase las elecciones.

El FROB tuvo que inyectar 1.000 millones de euros para reforzar los niveles de capital de Banco de Valencia, así como ha aprobado concederle una línea de crédito de otros 2.000 millones con vistas a garantizar su liquidez. Por entonces, la entidad valenciana estaba participada al 40% por el grupo BFA-Bankia presidido por Rodrigo Rato.

El Banco de España inició una supervisión rutinaria de Banco de Valencia en noviembre de 2010. Unos meses después, entre febrero y marzo de 2011, los deterioros afloraron con claridad y comenzaron a llegar advertencias al consejo de administración por parte del supervisor de que la entidad necesitaba más capital por el evidente deterioro de sus activos inmobiliarios.

En Economía reconocen que es "significativo" que se interviniese el Banco de Valencia un día después de que el PP llegase al poder

Sin embargo, los requerimientos del supervisor coincidieron con la salida a Bolsa de Bankia. Colocar Bankia en el parqué era la gran prioridad, por lo que la atención no se centró en Valencia precisamente. Fue en ese momento cuando José Luis Olivas, vicepresidente de Bankia y expresidente de Bancaja, se convirtió en el máximo ejecutivo de la entidad valenciana. Olivas fue sustituido posteriormente por Aurelio Izquierdo, tras el desencuentro del expresidente de Bancaja con Rato.

En esos momentos el supervisor intentó, sin éxito, la venta del Valencia para evitar el contagio en el balance del grupo BFA-Bankia, que ya estaba empezando a evidenciar síntomas de alarma.

Para esclarecer lo sucedido, Guindos ha ordenado al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), un Organismo Autónomo adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad, que inicie una investigación para conocer además si Deloitte, auditor del Banco de Valencia (también de Bankia), ocultó algún tipo de agujero financiero en la filial de Bankia para no frenar su salto al parqué el 20 de julio de 2011.

"Es necesario conocer qué paso exactamente porque al auditor también se le puede haber engañado", explican fuentes de Economía.

El Banco de España abrió una investigación en la entidad valenciana en noviembre de 2010 que dio muestra del deterioro de la entidad valenciana

La investigación se iniciará en los próximos días, probablemente tras la Semana Santa. Hace una semana, el Banco de España acordó levantar las medidas de intervención que pesaban sobre el Banco de Valencia, de forma que la entidad haya podido nombrar a un nuevo consejo de administración formado por nueve miembros.

Los nuevos consejeros son Juan Antonio Alcaraz (director general de La Caixa), Marcelino Armenter (director general adjunto de La Caixa), Francesc Xavier Coll Escursell, Javier Ceferino García-Lluís Valencia, Bibiano Manuel Martín Perales y Antonio Vila Bertrán, todos ellos como consejeros dominicales -designados por los accionistas significativos de la sociedad. Como independientes se ha elegido a Lluís Badía Almirall; al presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellá, y al presidente de Feria Valencia, Alberto Catalá.

El Banco de Valencia, adjudicado a CaixaBank por un euro, cerró el ejercicio 2012 con unas pérdidas de 3.613 millones de euros.

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