Publicado: 15/02/2016 04:00
Los Albertos están próximos a cerrar un fichaje de relumbrón para su proyecto de banca africana. Se trata de Alfredo Sáenz, antiguo vicepresidente y consejero delegado de Banco Santander entre 2002 y 2013, quien estaría "a punto" de firmar como presidente ejecutivo del Grupo BDK, la matriz del grupo bancario que Alberto Cortina y sus socios quieren desarrollar en el África occidental, según han asegurado a Vozpópuli fuentes próximas al magnate español.
A su marcha de Banco Santander, en abril de 2013, Sáenz se embolsó 88 millones de euros de pensión
A falta de algunos flecos para cerrar la firma, el plan de Cortina, Alcocer y el resto de accionistas del Grupo BDK (dueño del ya operativo Banco de Dakar) es incorporar a Alfredo Sáenz a la presidencia de todo el grupo bancario, que ya se ha instalado en Senegal pero cuyos planes pasarían por expandirse y abrir otras filiales en países del África occidental como Costa de Marfil, entre otros. "No sería presidente de ninguno de los bancos, sino de la matriz", explican estas mismas fuentes. El objetivo de BDK es desarrollar un negocio de banca de inversión, aprovechando la creciente demanda de servicios financieros en el oeste africano.
El banquero indultado
Sáenz (Getxo, 1942), fue uno de los directivos de banca españoles más reconocidos desde la década de los 90. Se incorporó al Grupo Santander en 1994, tras la compra de Banesto (donde fue presidente hasta 2002), y desde entonces pasó a liderar la línea ejecutiva de Banco Santander, donde ocupó tanto la vicepresidencia como el puesto de consejero delegado. A su marcha, en abril de 2013, se embolsó unos 88 millones de pensión, en la que hasta ahora es la segunda mayor indemnización de la historia empresarial española.
Uno de los aspectos más oscuros de la carrera de Sáenz fue su condena, ratificada por el Tribunal Supremo, por interponer una denuncia falsa contra unos empresarios que debían dinero a Banesto. La condena, largamente recurrida en los tribunales (y fuera de ellos) por parte de Santander, debía suponer teóricamente la inhabilitación del banquero, aunque el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó un indulto que permitía a la mano derecha de Emilio Botín continuar a los mandos del primer banco de España. Dicho indulto fue revocado por la justicia. No fue hasta mediados de 2013, cuando el propio Botín decidió el cese de Sáenz antes de que éste fuera inhabilitado, situando a Javier Marín en su lugar.
Cambios en la cúpula del BDK
No es la última novedad del proyecto de los Albertos. A inicios de año Banco de Dakar sufrió una crisis en su cúpula organizativa, tal y como informó Vozpópuli: dimitieron el presidente no ejecutivo (Mamadou Seck) y la directora general (Anta Dioum) ante la preocupación de los máximos accionistas por una falta de encaje en el perfil de su primera ejecutiva y por la lentitud con la que se desarrollaban algunas facetas del proyecto.
En su lugar, Cortina ha colocado como presidente del consejo de administración (en este caso con poderes ejecutivos) a su mano derecha en África. Se trata del exdirectivo de Santander Vasco Duarte-Silva, quien hasta ahora desempeñaba el cargo de vicepresidente en Banco de Dakar. También han ascendido a quien hasta entonces ocupaba la posición de adjunto a la dirección en el organigrama de BDK: Ibrahima Fall, que ejerce desde entonces como director general del banco.
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