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El Estado tendría que invertir el 70% del gasto en obra civil de todo un año para lavar la cara a las carreteras

La conservación de las carreteras, una patata caliente para el Ministerio de Fomento

A pocas horas del inicio de una nueva ‘operación salida’, con motivo de la Semana Santa, la situación de las carreteras de la red del Estado es alarmante, hasta el punto de ser la peor de las últimas tres décadas. Es la conclusión extraída del informe de la Asociación Española de la Carretera (AEC), que calcula en unos 6.200 millones de euros la cantidad que debería destinarse para poner las carreteras de nuevo a punto.

Pero el esfuerzo no es ni mucho menos baladí. Equivaldría ni más ni menos que a destinar el 70% del total de la licitación pública en obra civil que se registró en 2013, el primer ejercicio en el que esta cuantía se incrementó desde que comenzara a caer en 2008 como consecuencia de la crisis.

En definitiva, una cantidad tan inasumible a corto plazo como necesaria, dado el estado en el que se encuentran los viales públicos. Especialmente en lo que al pavimento se refiere.

El estudio de la AEC señala que el 94% de la inversión necesaria debería destinarse a este capítulo, dado que tres de cada cuatro kilómetros de la red presenta grietas mientras que casi el 40% sufre baches o deformaciones.

Caída en picado de la inversión

Una situación en la que tiene mucho que ver la caída en picado de la inversión en el mantenimiento de las carreteras que se viene registrando desde 2010, a causa de las consecuencias de la crisis. Y el escenario no variará al menos hasta el próximo ejercicio, toda vez que la cantidad presupuesta para 2014 en conservación de carreteras es de 818 millones de euros, la más baja desde 2005, el primer presupuesto de un Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La cantidad prevista para 2014 supone un recorte del 15% en relación con la del año en curso que, además, fue revisada al alza poco antes del verano, cuando la ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció que destinaría una cantidad extra a este capítulo.

A lo largo de los tres presupuestos que ha elaborado el Gobierno de Mariano Rajoy, la cantidad prevista para el mantenimiento de las carreteras ha descendido un 24%, porcentaje que se amplía al 35% si se compara con el año 2010, que marcó un máximo histórico de 1.264 millones de euros.

Incremento de velocidad en vías principales

El deterioro que ha sufrido la red de carreteras del Estado en los últimos años es más que evidente, sobre todo en las vías secundarias, que son las que más han sufrido los recortes presupuestarios que han afectado al Ministerio de Fomento.

Una circunstancia que algunos han relacionado con el hecho de que el Ministerio del Interior haya decidido incrementar el límite de velocidad en algunas vías de alta capacidad y se plantee reducirlo en algunas secundarias, en las que es mucho más obvio el deterioro.

Durante los gobiernos de Zapatero, la partida destinada al mantenimiento de carreteras se incrementó un 83% desde aquellos presupuestos del año 2005 hasta los de 2010. A partir de ahí, la crisis ha hecho que los recortes hayan sido la nota predominante, aunque en los primeros presupuestos elaborados por el Gobierno de Rajoy ya se hizo toda una declaración de intenciones, con un recorte del 19%.

Los notables recortes en el mantenimiento y conservación de las carreteras han sido paralelos al paulatino crecimiento de la red, que se cifra en un 16% en los últimos años. Como han señalado los expertos, el problema del exceso de infraestructuras no radica solamente en el coste que supone levantarlas sino, especialmente, mantenerlas en perfecto estado.

Fomento patrocina al denunciante 

La AEC es una entidad sin ánimo de lucro que, paradójicamente, cuenta entre sus patrocinadores con el Ministerio de Fomento y la Dirección General de Tráfico, dependiente del Ministerio del Interior.

Su actual presidente es Juan Lazcano, el que fuera máximo responsable de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), una de las patronales del sector, y que este jueves solicitó públicamente al Gobierno que tomara medidas para frenar este deterioro con un plan especial de inversiones.

Entre sus antecesores figura Juan de Arespacochaga, ex alcalde de Madrid, y Miguel María Muñoz, antiguo director general de Tráfico.

En los años 70 llegó a tener como director general al hoy presidente de ACS, Florentino Pérez, que por entonces se encontraba inmerso en su carrera política.

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