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El ladrillo quiebra a Hacienda: le debe más de 3.500 millones de euros, la mayoría de difícil cobro

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda

El boom inmobiliario, considerado en su día como uno de los principales responsables de la década prodigiosa de crecimiento en España, también es uno de los mayores causantes de que la deuda de particulares y empresas con Hacienda se acerque al 2% del Producto Interior Bruto (PIB). Las sociedades vinculadas al ladrillo acaparan la lista de deudores a la Agencia Tributaria, hasta el punto de que entre todas suman unos 3.500 millones de euros, casi el 25% del total.

Además, se da la circunstancia de que muchas de estas compañías se encuentran en una situación financiera muy complicada, sumidas en tortuosos concursos de acreedores e, incluso, en pleno proceso de liquidación. Por lo tanto, Hacienda no va a tener precisamente fácil recuperar buena parte de estas cantidades.

Obviamente, a empresas inmobiliarias corresponde el dudoso honor de encabezar, por volumen de deuda, el listado publicado este miércoles por la Agencia Tributaria con los particulares y sociedades que tienen cuentas pendientes con Hacienda por un valor superior al millón de euros. Reyal Urbis lidera la lista, con 378 millones de euros. En situación de concurso de acreedores desde hace cuatro años, la compañía controlada por Rafael Santamaría se encuentra actualmente luchando por evitar la liquidación, a la que ya le han sentenciado los jueces, una decisión que la compañía ha recurrido.

Desde el inicio del concurso, la Agencia Tributaria afloró como el principal acreedor de la empresa, que se fue a concurso con un pasivo que se acercaba a los 4.000 millones de euros. De ellos, cerca del 10% correspondían a Hacienda.

Grandes quiebras y casos de corrupción

Con 203 millones de euros de deuda, Nozar ocupa el segundo puesto de esta particular galería de los horrores. La empresa de la familia Nozaleda, una de las principales protagonistas del boom inmobiliario, también fue de las primeras en venirse abajo al ser incapaz de asumir los activos que compró, incluidas participaciones en compañías como Inmobiliaria Colonial.

La cordobesa Prasa, con algo más de 100 millones de euros, completa el podio, en el que no se encuentra Martinsa-Fadesa que, en pleno proceso de liquidación, arrastra una deuda con Hacienda de 65 millones de euros. La compañía protagonizó en 2008 la mayor quiebra de la historia de España. 

También figura en el listado Aifos, otro paradigma de la locura inmobiliaria y epicentro del célebre ‘caso Malaya’, de corrupción en la Costa del Sol. La compañía se encuentra también en proceso de liquidación y adeuda a Hacienda algo más de 96 millones de euros.

Sanahuja, Soler, Gil... 

Fbex, Bigeco, Nyesa, Lábaro, Akasvayu… La enumeración de inmobiliarias quebradas o en situación muy complicada con grandes deudas con Hacienda es casi interminable. En el listado también aparece la familia Sanahuja, antiguos accionistas de Metrovacesa, con deudas cercanas a los 40 millones con la Agencia Tributaria.

La familia Soler, que también llegó a ser socio de referencia de Metrovacesa, figura igualmente en la relación de empresas que tienen cuentas pendientes con Hacienda, a través de mercantiles como Inmobiliaria Lasho y Gran Vía 37. Una deuda que supera los 25 millones de euros.

Otro de los clanes tradicionalmente ligado al sector inmobiliario que protagoniza la polémica lista es el de los Gil. Promociones Guadalquivir, vinculado a la familia del que fuera alcalde de Marbella y presidente del Atlético de Madrid Jesús Gil, adeuda algo más de 36 millones de euros a Hacienda. Como administradora única de la compañía aparece María Ángeles Marín Cobo, viuda del controvertido empresario.

Junto a estos grandes nombres se inscriben decenas de pequeñas y no tan pequeñas promotoras, muchas de las cuales están en situación de liquidación, desaparecidas o incluso con la hoja registral cerrada, debido a sus reiterados incumplimientos de registro de información.

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